La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos, Ancove, ha solicitado al Govern balear ayudas para facilitar la implantación ordenada de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y ha alertado sobre el riesgo para la continuidad de los 424 comerciantes de vehículos usados de Baleares. Según ha advertido la entidad en un comunicado, los compraventas de la comunidad mantienen en venta unos 10.000 coches movidos con diésel, que tendrán “difícil salida” cuando la ley aprobada ayer en el Parlament prohíbe la matriculación de nuevos vehículos de este tipo en las islas a partir de 2025.
Añade que tendrán que ser liquidados con pérdidas o incluso exportados a otras regiones de España, con el sobrecoste que supone para los comerciantes de la región.
Según Ancove, la mayoría de los negocios de venta de vehículos de ocasión que ejercen en las islas son pequeños propietarios “que viven al día y que no disponen de suficiente músculo financiero para afrontar semejante quebranto económico”.
Aunque la ley balear prevé que aquellos vehículos diésel comprados antes del 1 de enero de 2025 puedan seguir circulando por las islas, Ancove precisa que “el mensaje lanzado con la ley va a hacer que la mayoría de los consumidores se retraiga a la hora de adquirir un turismo diésel”.
“Es el efecto del desconcierto y la incertidumbre que ha cundido entre los compradores de vehículos, tanto nuevos como usados en el conjunto del mercado en España, con los mensajes lanzados desde la Administración central y muchas autonómicas y locales”, alertan.
El año pasado se vendieron en el archipiélago cerca de 70.000 vehículos de segunda mano, con un crecimiento del 0,85 por ciento, frente al 6,4 por ciento de la media nacional.
Ancove prevé que el precio de los coches de ocasión se encarecerá en los próximos meses, por la falta de unidades de gasolina de más de un año.
Actualmente existe escasez de vehículos usados de gasolina, híbridos y eléctricos, por lo que la mayoría de la oferta en el mercado es diésel. Casi el 65 por ciento de las ventas de turismos de ocasión del pasado año usaban este combustible.
Además, las unidades con otras motorizaciones están en el nicho de kilómetro cero y procedentes del alquiler, de menos de un año de antigüedad, con precios mucho más altos y por tanto fuera del alcance de una buena parte de la clientela del mercado de ocasión.
Ancove alerta de que la entrada en vigor de la ley implicará el encarecimiento de los turismos de ocasión en Baleares, con el consiguiente quebranto para los ciudadanos con un menor poder adquisitivo que no pueden acceder a un vehículo nuevo ni a uno de menos de cuatro años de antigüedad.
La asociación pide al Govern un plan de ayudas al achatarramiento que incluya la venta de unidades de diésel y gasolina de segunda mano de menos de 6 años, que permita a los comerciantes de la región afrontar de forma ordena la transición hacia una movilidad más limpia.
Además recalca que la compra de un turismo diésel sigue siendo una alternativa acertada, “por la eficiencia de unos motores que consumen menos que los de gasolina y emiten menos CO2, y que no tendrán problemas para circular en Baleares, ni en el presente ni a partir de 2025.
“En Ancove entendemos que toda prohibición debe ir acompañada de un plan de medidas que permita la transición ordenada”, insisten.
La asociación ha defendido el “servicio vital” de los comerciantes de vehículos de ocasión.