La vaca roja (vermella) menorquina, a diferencia de la frisona, está más destinada a producir carne que leche. Pero a diferencia de otras especies presume de sostenible. Por un lado es una raza autóctona, con lo que se adapta mejor al medio.
Se le cuida la alimentación para garantizar una mejor calidad de su carne. Su explotación no es masiva, con lo que no consume tantos recursos como otras. Al ser de aquí, su crianza repercute de manera positiva en la economía local. La calidad de su carne (por lo que nos han contado) no tiene nada que envidiar a otras razas.
Pero como suele ocurrir con algunos productos locales, hasta que el público no lo prueba en primera persona no se dan cuenta de sus propiedades. Por eso se han organizado un grupo de restaurantes que van de Ferreries hasta Sant Lluís para cocinar de diferente manera las piezas de ganado de la roja menorquina.
En los últimos días del mes, quien quiera probar las bondades de esta carne podrá hacerlo previa reserva al teléfono del restaurante que hayan escogido entre los participantes. Toda la información está en la web www.gastronomiamenorca.es
Ocho restaurantes ofrecerán sus menús con carne del 29 al 31 de marzo.
