Suavidad en los que haces. Firmeza en cómo lo haces, pero nunca de forma violenta. Es el resumen de la idea que, aplicada al adiestramiento de caballos, ya ha dado buenos resultados. Por eso han establecido una guía y la han patentado. La idea original surge de Manuel Sabín (Son Martorellet) y pretende mejorar las técnicas tradicionales que tienden a premiar o a castigar según el caso.
Según el Met-me, se precisa de paciencia (que implica que el método debe introducirse de manera muy gradual), una buena comunicación (que implica ser muy claro en las órdenes), lograr una confianza mutua y un respeto entre el domador y el animal.
En la actividad cotidiana de un caballo hay momentos como el baño, el herrado, la visita al veterinario, viajar en remolque, para los que la comunicación entre hombre y caballo debe ser adecuada para llevarlas a buen término. Para Sabín, y tras años de experiencia en el trato con animales, el Met Me es algo más que el Nuevo Método Menorquín si no que es una verdadera filosofía de vida, extrapolable a otros muchos términos de la vida.
En la guía explica;” El secreto no está en correr detrás del caballo, nunca le alcanzarás. El secreto consiste en lograr que te siga”
Los potros de hasta 6 meses están siempre cerca de sus madres. Hasta el año y medio el cuidador debe estar visible en el día a día del caballo, pero sin invadir sus espacios vitales. Aquí empiezan los primeros contactos pero siempre intentando que el caballo no vea al humano como una amenaza. De 2 a 3 años las sesiones de trabajo serán de media hora. La primera monta nunca se realiza antes de los 38 o 40 meses.
Sabín recalca que, así como el agua es un elemento suave, tiene la capacidad de penetrar la tierra. Es una manera de decir que la suavidad supera a la dureza, igual que en el trato entre domador y caballo.
