Desde restaurantes hasta tiendas de ropas, regalos o recuerdos. Todos los establecimientos que hay en una zona turística con hoteles que apuestan por el todo incluido tienen pocas posibilidades de hacer caja.
Y esta situación repercute en crear grandes diferencias en el reparto de la riqueza que trae la industria turística. Además, según los empresarios que trabajan en el sector de la oferta complementaria, no es equiparable la calidad de los productos o servicios que se dan en un paquete todo incluido con el que no lo es.
Eso genera la pregunta de si así se fomenta un destino turístico diferenciado por aspectos de calidad. Otro aspecto a contemplar, es que los hoteles que trabajan con el régimen de todo incluido o con agresivas ofertas para llenar los huecos del calendario estival, no lo hacen por gusto si no para rentabilizar esas habitaciones.
Fue en el marco de la última feria de turismo de Madrid cuando los hoteleres de las islas, también de Menorca, advirtieron que irían fomentando los descuentos para afrontar la caída de turistas. En Menorca más pronunciado en el mercado británico pero, en general, intentando que no se vayan los turistas prestados en los ejercicios anteriores.
La competencia de países de la cuenca oriental del Mediterráneo están apostando fuerte en aspectos de calidad y precios.