La excavadora ha dejado de “rascar” este mes las paredes del acantilado del puerto de Maó que une el Moll d’en Pons y Cala Corb modificando su fisonomía pero las obras continúan adelante volcando hormigón cada día para construir la pasarela peatonal. Ya han llegado a la esquina de Cala Corb y, desde allí, el paseo será de madera afianzado a las rocas. En total 420 metros de pasarela de 2,5 metros de ancho a una cota de 1,2m sobre el nivel medio del mar. Se prevé que el mes de noviembre este nuevo paseo por la orilla del puerto sea una realidad y que pronto se adjudiquen los 65 amarres fijos para embarcaciones de eslora inferior a 8 metros que está previsto que acoja para reducir la lista de espera en el puerto. Las obras comenzaron el pasado mes de marzo y las más ruidosas se han paralizado durante el mes de agosto para no provocar molestias a los residentes y visitantes de la zona y de los hoteles más cercanos. |
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