La playa de Binissafúller, en Sant Lluís, es el único espacio de Menorca que se ha unido a la red de “Platges sense fum” de Baleares. Junto a ella lo han hecho Cala Deià, en Deià, la Colonia de San Pedro, en Artà y Cala Millor, en Sant Llorenç. Ya son 7 las playas de Baleares que se han convertido espacios sin humo. Las primeras fueron Cala Estancia (Palma), Cala Anguila (Manacor) y San Juan (Alcúdia).
Esta iniciativa, impulsada por las consellerias de Salud y Consumo y de Medio Ambiente y Territorio, tiene por objeto promover los hábitos saludables y sensibilizar a la población sobre la importancia de no dejar residuos en los espacios naturales.
El objetivo de la nueva red es ampliar los espacios libres de humo en Baleares y que la población sea consciente de la importancia de abandonar un hábito perjudicial y de adoptar un estilo de vida saludable. Igualmente, esta medida evitará el peligro que suponen las colillas para los niños pequeños que juegan en la arena, para que se las pueden tragar accidentalmente.
La iniciativa es voluntaria y los ayuntamientos pueden decidir qué parte del litoral se adhiere a la red. Pueden ser playas enteras o tramos de playa, que serán lugares donde no se podrá fumar. Después, deberán velar porque en estos lugares no se fume, si bien la policía local no podrá sancionar a los fumadores, ya que no infringen ninguna normativa. La idea es concienciar a la población en positivo, apelando a la responsabilidad y al respeto y no a las normas o sanciones.
La Conselleria de Medio Ambiente y Territorio destaca la repercusión positiva que la red de “Platges sense fum” puede tener en el entorno natural, ya que las colillas son el residuo más abundante de la basura marina, incluso por delante de los plásticos, y sólo hace falta una para contaminar 8 litros de agua. Además, las sustancias que componen los cigarrillos, como el alquitrán, el plomo, el mercurio, el amoníaco, la nicotina o el arsénico, entre muchas otras, quedan atrapadas en el filtro, que no es biodegradable y que se puede tardar hasta diez años en descomponerse. De esta manera, contaminan la arena a través de la ceniza pulverizada y transportada por el aire, el agua y las mismas especies marinas. Hay que recordar que se han encontrado colillas en los estómagos de aves y tortugas.
Comment