Varios observatorios astronómicos están coordinando esfuerzos para observar y calcular cuerpos celestes susceptibles de impactar con nuestro planeta.
El suceso de Rusia de 2013, conocido como el bólido de Cheliabinsk, fue tan solo un ejemplo de lo que podría pasar en cualquier momento y en cualquier lugar. A lo largo de la historia ya han sucedido fenómenos similares.
Lo habitual es que un meteorito se desintegre al entrar en la atmósfera pero según el tamaño o la procedencia del objeto puede llegar a impactar sobre la superficie terrestre. Un millar de personas sufrieron heridas o efectos de aquel bólido, parte de un objeto mayor que no alcanzó la atmósfera.
Con elementos modernos de observación se puede preveer con cierto tiempo de anticipación y exactitud un futurible impacto. Según avanzaron esta semana en Radio Menorca, el Observatorio mallorquín de Costitx participa de este proyecto que combina la información de varios puntos de observación celeste.
Las manchas solares con un ciclo de unos once años…son un indicativo que una descarga de magma está gestándose y la globalización digital entre otras nos pone en una situación sumamente precaria y letal.