Tras una dilatada y reconocida trayectoria como actriz en cine, teatro y televisión, Catalina Solivellas (Palma, 1967), inicia ahora una nueva aventura, en este caso en el ámbito de la política. Licenciada en Arte Dramático por el Institut del Teatre de Barcelona y máster en Estudios Teatrales por la Universitat Autònoma de Barcelona, Solivellas estuvo nominada en 2013 como ‘Mejor Actriz Revelación’ en los Premios Goya por su papel en la película “Los niños salvajes”. En el ámbito del teatro, cabe destacar su muy elogiada interpretación, como protagonista absoluta, en “La nit de Catalina Homar”, de José Carlos Llop.
¿Cómo valora que en esta nueva legislatura no haya una consellera específica de Cultura en el Govern?
Bueno, realmente sí que hay una consellera específica, que es Pilar Costa, que es la responsable de Presidencia, Cultura e Igualdad. Además, el hecho de que Cultura esté integrada en el área de Presidencia es un hecho significativo, pues Presidencia impregna todas las áreas del Govern, lo que implica que Cultura también las impregna. Por tanto, en esta legislatura no sólo hay también una Conselleria de Cultura, como en el anterior mandato, sino que además se ha enfatizado dicha área.
Años atrás, ¿en algún momento se había planteado llegar a entrar en política?
No, no —sonríe—, nunca, nunca, nunca. Jamás había entrado en mis planes, porque yo no soy política, soy independiente. Nunca se me había pasado por la cabeza entrar a formar parte de un Govern. De hecho, hasta el día en que se me propuso, hace escasamente un mes y medio, jamás lo había pensado. Fue una sorpresa.
¿Por qué dijo que sí a esa propuesta?
Porque pensé y consideré que era una manera de poder hacer un servicio a la Comunidad desde la cultura, que es mi especialidad.
¿Qué le pareció que hubiera críticas por el hecho de que una actriz dirija ahora Cultura en el Govern?
La pregunta que deberíamos hacernos es por qué resulta tan extraño o nos sorprende tanto que una actriz o un actor puedan ocupar el cargo que ahora ocupo yo. ¿Por qué no ocurre algo parecido cuando, por ejemplo, se elige a una persona que es profesora para ocupar un cargo? En ese sentido, creo que aún hay muchos prejuicios y que hemos de avanzar para ser una sociedad más madura, más culta y con más altura. Que nos sorprenda tanto que una actriz pase a ocupar un cargo político, da que pensar.
“Nunca se me había pasado por la cabeza entrar a formar parte de un Govern”
Da que pensar, sí…
En esa misma línea, recuerde la controversia que se generó cuando un actor como Fernando Fernán Gómez, de una envergadura intelectual inconmensurable, fue elegido miembro de la Real Academia Española. En el mundo anglosajón las cosas son diferentes. En el Reino Unido, la Reina Isabel II puede nombrar “sir” tanto a un actor como a un investigador. Creo que eso ya lo dice todo.
¿Cree que un artista debe hacer pública su ideología o tal vez es mejor para su trabajo no hacerlo?
Pienso que esa posible dicotomía se da no sólo en el ámbito de la cultura, sino también en otros ámbitos, ya que igualmente hay empresarios que no se quieren significar políticamente. En relación a su pregunta, me parece tan correcta una posición como la otra. Cada uno tiene que ser coherente con aquello que piensa y actuar en consecuencia.
¿Dónde diría que hay más egos, en la política o en la cultura?
Bueno —sonríe de nuevo—, creo que el ego es algo propio del ser humano y que no tiene que ver con un ámbito específico, como los dos que ahora ha señalado, pues puede haber personas con un gran ego en cualquier ámbito.
¿Está de acuerdo en que la política española tiene siempre algo de teatral?
La vida en general es teatral, porque todos los hechos cotidianos son susceptibles de ser teatrales. Y no hablemos ya de todo lo que tiene que ver con los rituales, como por ejemplo las bodas o los entierros. Todo eso es teatral. Por eso el teatro es inherente al ser humano y por eso el teatro no morirá nunca, porque forma parte de los seres humanos.
“La vida en general es teatral, porque todos los hechos cotidianos son susceptibles de ser teatrales”
¿Lo que entendemos como cultura balear sería tanto la producida en castellano como en catalán?
Yo creo que lo esencial al hablar de cultura es centrarse en la calidad, que es lo que define el arte y la cultura. Además, si hay algo propio de la cultura es la amplitud que abarca y que no es un ámbito restringido. En ese sentido, a mí lo que me interesa es la calidad, que creo que es lo importante.
¿Cuáles serán los objetivos de su departamento en esta legislatura?
Nuestra voluntad es atenderlo todo, en el sentido de no enfocar nuestra actuación sólo hacia las artes escénicas, la música o la plástica, sino también por ejemplo hacia el patrimonio inmaterial de la cultura popular. Precisamente, ahora mismo acaba de salir una línea de subvenciones de 200.000 euros que sirve para potenciar y preservar todo el patrimonio cultural inmaterial de Baleares. Por otro lado, como le comenté hace un momento, la cultura tiene que contaminar todas las áreas y no estar desligada del ámbito de la educación, la sanidad o los servicios sociales. Todo tiene que estar impregando de cultura. La cultura es importante para que una sociedad sea mejor.
¿Hay algunos proyectos concretos ya en marcha?
Cada legislatura tiene sus propios proyectos. En la que acaba de empezar hay dos proyectos prioritarios e inminentes, el Centro Internacional de Fotografía Toni Catany y la nueva sede de la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares, conocida como la Caja de Música.
… agradecería que a la hora de dedicar subvenciones culturales, intentasen en la medida de lo posible, evitar que se vayan a manos de sectas religiosas, que muchas veces intentan y logran meter su cuchara con excusas, como hacer pasar sus ceremonias o liturgias como actos culturales, cuando son simple proselitismo… utilicen la cabeza