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El GOB pide que se paralicen las obras de la pasarela de Cala Corb en Es Castell

Solicitará un estudio de valores marinos de la zona afectada y la retirada de los materiales vertidos

El estudio geotécnico avala la instalación de una pasarela de madera
El estudio geotécnico avala la instalación de una pasarela de madera

El GOB ha solicitado a Autoridad Portuaria de Baleares que se detenga la transformación de zonas en estado natural del puerto de Maó como el acantilado de Cala Corb donde se está construyendo una pasarela de hormigón pese a que el proyecto original preveía que fuese de madera. El GOB asegura que el proyecto de Cala Corb incluye un estudio geotécnico que garantiza sobradamente la solidez del acantilado para hacer una pasarela volada.

Hace unos días el GOB denunciaba el cambio en el modelo constructivo que se estaba realizando en la orilla sur de Cala Corb, en el municipio de Es Castell, una de las zonas del puerto de Maó que todavía tiene el peñasco natural. Desde entonces, las obras están paradas.

El proyecto que se había aprobado preveía una zona de muelle de obra a la continuación de Moll d’en Pons, que presenta poca profundidad, y una pasarela volada en la zona de Cala Corb, donde el fondo oscila entre 10 y 13 metros de profundidad, “pero sin autorización previa, se detectó que se estaban vertiendo grandes cantidades de material también en la zona de cala Corb“.

El GOB ha podido consultar el proyecto de ejecución y ha constatado que incluye un informe sobre la solidez geológica de la zona donde se debían fijar el apoyos. Los resultados de este trabajo muestran una resistencia de la roca del acantilado que excede en mucho el necesario para fijar la pasarela y para la entidad ecologista “esta información pone seriamente en entredicho la necesidad del muelle de obra”.

El GOB denuncia que “los vertidos que se habían comenzado a realizar están sepultando literalmente uno de los pocos tramos de peñasco submarino que quedan en el puerto de Maó, una rada que, a pesar de los diferentes usos que se dan, aún sigue siendo la zona abrigada más grande de la isla y acoge una importante actividad de alevinaje, de marisco y otros valores naturales”. En opinión de la entidad, no está justificado perder estos espacios para hacer un muelle donde poner más embarcaciones durante el verano.

El GOB considera que el puerto de Maó “necesita un replanteo en el destino que se está dando, porque parece que solo tenga que ser un espacio para la náutica, los buques de carga y los cruceros. El puerto es muy grande y permite acoger muchas otras funciones. Actividades como la vela, el kayak, la natación en zonas resguardadas y otras iniciativas similares, deberían ser posibles con una ordenación básica”.

Además, apuntan que “también la función ambiental debería ser de interés para un organismo público como Autoridad Portuaria. Los peñascos submarinos de la orilla sur del puerto y las calas y orillas de la zona norte que aún conservan su fisonomía natural deberían ser espacios preservados de transformaciones físicas y químicas. Hay suficiente puerto como para llevar a cabo actividades humanas sin transformarlo todo”.

El GOB solicitará un estudio de valores marinos de la zona afectada, la retirada de los materiales vertidos sin autorización y que se abandone la idea de continuar transformando las zonas que conservan su imagen natural, “estos sitios dan valor añadido al puerto, al igual que los espacios conservados de la isla dan valor añadido a Menorca”.


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