Las diferencias entre la generación de jóvenes nacidos en los años ochenta y noventa respecto a sus padres, si hablamos de tecnología, son enormes. Pocas veces en la historia dos generaciones consecutivas habían vivido en mundos tan diferentes. Seguramente, la última generación que vio una brecha tan profunda respecto a sus progenitores, fue la misma a la que antes hacíamos referencia y que ahora es padre y madre de los jóvenes de 20 y 30 años.
Si los nacidos entre los años sesenta y noventa se familiarizaron con tecnologías como la televisión, la cámara de vídeo, las lavadoras o los aviones, frente a unos padres que no habían visto todo aquello con la misma asiduidad, los llamados ‘Milenial’ y generaciones sucesoras han nacido en un mundo muy distinto al de sus padres.
Prueba de ello es el estudio llevado a cabo por la empresa de ciberseguridad Kasperksy que ha radiografiado desde una nueva perspectiva la brecha tecnológica entre generaciones. Según la investigación, el 42% de los padres españoles consulta regularmente a sus hijos que ya no viven en casa sobre tecnología. En un estudio en el que han participado 11.000 personas, también se ha revelado que el 16% de los padres encuentra más en falta los conocimientos tecnológicos de sus hijos que su compañía.
A todo esto hay que añadir que si los hijos tienen un conocimiento avanzado en materia tecnológica, las consultas son aún más frecuentes. En este caso ya no sólo los padres, sino todos los miembros de la familia, llevan a cabo numerosas consultas. El estudio señala que el 67% de los jóvenes con estos conocimientos son consultados de manera frecuente.
Estos datos se complementan con otro elemento. Kaspersky afirma que el 78% de los jóvenes españoles temen que sus padres y madres se vean afectados por algún ciberataque como el robo de identidad. Entre los jóvenes de 25 y 34 años este miedo aumenta hasta perturbar al 84%.