Una empresa especializada contratada por el ayuntamiento realiza desde varios años el tratamiento fitosanitario que puede acabar con la plaga del “picudo rojo” pero las zonas verdes de Maó como Es Freginal, Rochina, o las palmeras del puerto se encuentran infectadas con este animal que se come el árbol desde dentro. Calculan que un 80% de las palmeras están afectadas.
La concejala de Medio Ambiente, Conxa Juanola, explica que con el tratamiento algunas palmeras logran recuperarse pero “esta es una plaga que viene de fuera y en la isla no tiene depredadores, De todas formas, lo que quiero destacar es que no genera ningún problema de salud a las personas. Normalmente no lo ves porque está dentro de las palmeras pero el picudo no pica ni produce ninguna alergia, solo afecta al árbol”.
El mayor problema surge cuando palmeras infectadas que se encuentran en zonas privadas no reciben ningún tipo de tratamiento ya que contribuyen a que la plaga se extienda. Juanola señala que desde el ayuntamiento no se puede actuar en estos casos aunque cada vez que se detecta una de estas palmeras se notifica a los dueños para que traten la plaga, “pero no les podemos obligar”.
La concejala destaca que muchas palmeras situadas en zonas públicas está reaccionando bien al tratamiento fitosanitario y “la esperanza es que el propio medio natural genere defensas y se regule”.