El Consell de Menorca ha habilitado un protocolo especial para que las familias puedan acompañar, si las medidas sanitarias lo permiten, a pacientes que estén a punto de fallecer o ya lo hayan hecho en los centros sanitarios y sociosanitarios. El objetivo es facilitar un trance tan duro como la pérdida de un ser querido tanto a la familia como para la persona en si para que tenga una muerte digna y serena en la medida de lo posible.
Este nuevo protocolo ya se envío la semana pasada y contempla varias posibilidades en función de la situación de quien esté viviendo sus últimos momentos.
La consellera de Benstar Social, Bàrbara Torrent, deja claro que, en algunos casos, incluso se puede permitir que la gente pueda despedirse de sus familiares en persona en la propia residencia habilitando un espacio para evitar cualquier posibilidad de contagio de coronavirus. Esto sólo es posible en casos de enfermos que sufran otras patologías diferentes al Covid-19.
Cuando la persona a punto de morir es portadora del coronavirus no se permiten visitas. Para estos casos se ha diseñado un protocolo de actuación dedicado al personal del centro para que atienda de la forma más digna posible al enfermo. Se trata de una forma de actuación elaborada por la psicóloga Belén Calafell, especialista en la atención a quienes padecen la pérdida de un ser querido.
Estos condicionantes para ver el cuerpo ya fallecido también se tienen en cuenta para la familia.
Torrent incide en que en todos los casos se toman todas las medidas necesarias para evitar contagios por Covid-19.
Cabe recordar que el Ministerio de Sanidad ha prohibido por ley todo acto fúnebre hasta el fin del confinamiento para evitar que se junten grupos de personas incluso en un trace como este. Sólo pueden acompañar al fallecido un máximo de tres personas en el momento de su entierro o incineración.