Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en coordinación con las Policías Locales del archipiélago, detuvieron ayer a seis personas en Illes Balears, cinco en Palma y una en Eivissa, por desobediencia a agentes de la autoridad por incumplir las restricciones de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
La Policía Nacional arrestó la pasada madrugada en Eivissa a un joven de 27 años que deambulaba por la vía pública despreocupado. El ciudadano indicó que había ido a una gasolinera a comprar tabaco. Los agentes comprobaron que había sido propuesto para sanción en dos ocasiones anteriores.
La Policía Local de Palma sorprendió ayer por la mañana a dos pasajeros de 33 y 37 años cuando viajaban en un autobús de la EMT sin causa justificada por la zona de las Avenidas. Ambos estaban manipulando un cigarro cuando fueron interceptados en el vehículo de transporte. Los dos hombres explicaron que venían del poblado de Son Banya porque a uno de ellos le habían sustraído su motocicleta. Los funcionarios policiales constataron que uno de los pasajeros había sido denunciado cinco veces por desobediencia y el otro, cuatro, por lo que procedieron a detenerles.
Por su parte, la Policía Nacional arrestó también en Palma ayer por la tarde a tres familiares, un hombre de 25 años y dos mujeres de 47 y 20 años, por desobediencia. Los agentes detectaron al joven de 25 años cuando caminaba con otra persona por la calle sin respetar la distancia de seguridad. Los policías les llamaron la atención y les indicaron que volvieran a casa. El ciudadano reaccionó increpándoles e insultándoles y, transcurrido un tiempo, volvió a ser sorprendido hablando por teléfono dentro de un coche. Los agentes de nuevo le requirieron para que regresara a su domicilio y le pidieron que se identificara, pero el joven se negó y se encerró en el vehículo. Poco después, abrió de forma repentina la puerta del coche, golpeó a un agente y huyó corriendo hacia una finca. Los policías le persiguieron hasta lograr alcanzarle. Luego, tuvieron que reducirle para detenerle. Su madre y una familiar trataron de impedir que fuera arrestado y se enfrentaron a los agentes. Las dos mujeres también acabaron detenidas.
Por otro lado, los controles en puertos, aeropuertos y carreteras del archipiélago continúan hoy para evitar desplazamientos innecesarios. El aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, registró ayer la llegada de 152 pasajeros, mientras que otros 227 salieron de Mallorca en los 10 vuelos que operaron, según los datos de la Guardia Civil. El aeródromo de Eivissa recibió 57 viajeros en dos vuelos de entrada y otros 42 abandonaron la isla en dos vuelos de salida. El aeropuerto de Menorca contabilizó ayer a 30 personas que llegaron y 26 se marcharon de la isla en cuatro vuelos programados.