Los vecinos de Cala Llonga sufrieron este martes un apagón de cinco horas de duración según informa Endesa. El problema empezó al mediodía. Las obras para la canalización de agua desde la depuradora de Maó-Es Castell rompieron el cable que suministra electricidad a la ribera norte del puerto. Esto dejó sin suministro a unos 700 clientes.
Desde Endesa se empezó a trabajar en dos frentes. Dos equipos de trabajo se dedicaron a instalar grupos electrógenos para llevar electricidad a la zona afectada mientras un tercer grupo de operarios se encargaba de arreglar el cable dañado.
Según la empresa energética a las cinco de la tarde ya se estaba suministrando electricidad a la mayoría de Cala Llonga y a las seis ya llegaba luz a toda laurbanización.