La Fundación GADESO ha publicado recientemente una continuidad de su serie dedicada al impacto de la pandemia y ha establecido cómo se percibe (en el sentido de cómo nos preocupan) asuntos como la crisis económica, el paro, la inestabilidad económica, el coronavirus en sí o el acceso a la vivienda. En todos estos aspectos se puede observar que son las clases sociales más bajas las que se muestran más negativas frente al presente o futuro inmediato.
Como rezan las conclusiones del estudio de GADESO; la palabra que mejor podría definir el sentimiento de la sociedad balear hacia la actuación del Gobierno de España en la gestión de la crisis es “comprensión“. Nadie podía prever la pandemia ni sus devastadores efectos, lo que se ha tenido en cuenta. La actuación de la oposición, especialmente de la derecha y la derecha radical, más empeñadas en sacar rédito electoral que en ayudar, no ha caído demasiado bien entre la ciudadanía de nuestras islas, en especial, entre las clases más bajas.
Menorca tiene un modelo económico basado en el turismo. La llegada de visitantes de España como del extranjero, en especial estos últimos, marca la incertidumbre respecto a una temporada que muchos dan por perdida. En la previsible pérdida de puestos de trabajo se debe sumar la incertidumbre que provoca la situación en los mercados emisores, especialmente Alemania y Gran Bretaña; las medidas que el gobierno central pueda impulsar para frenar posibles repuntes de la pandemia ante la llegada de turistas; y la capacidad del gobierno de Francina Armengol para convencer a Pedro Sánchez de que Baleares está preparada para hacer frente a cualquier eventualidad.
La percepción de todas las clases sociales hacia el futuro socioeconómico a medio plazo es desalentadora.
La sensación que se desprende es que hay que poner manos a la obra y emprender las reformas necesarias para dotar a la economía balear de un modelo que no dependa tanto del turismo. En cuanto a la actuación del Gobierno Balear en la gestión de la crisis, esta se puede considerar, a grandes rasgos, como aceptable puesto que se entiende que los esfuerzos de Francina Armengol y de su equipo para atenuar el impacto que las medidas impulsadas desde Madrid para combatir la pandemia puedan tener en la economía Balear han sido bien recibidos por la ciudadanía del archipiélago.