El ozono está clasificado, entre otros peligros, como tóxico por inhalación y puede producir daños pulmonares. Por ese motivo, se requieren conocimientos técnicos especializados para que sea aplicado con seguridad y en ningún caso puede pulverizarse en presencia de personas y/o animales. Por esto, la Dirección General de Salud Pública de Baleares ha iniciado una campaña de inspección a empresas que comercializan y/u ofrecen servicios de desinfección mediante equipos generadores de ozono.
El objetivo de esta iniciativa es comprobar que se cumple con la normativa vigente, tanto respecto al tipo de productos biocidas utilizados como a su ámbito de aplicación y tipo de usuario que lo utiliza.
Recuerdan que para la eliminación de los virus se necesita una concentración y un tiempo de aplicación específicos y que el ozono está actualmente en fase de evaluación por la autoridad competente, por lo que todavía no ha podido comprobarse que sea eficaz contra el Covid-19, ni qué dosis y tiempos son precisos para su eliminación.