Los agentes de la Guardia Civil, los 2 inspectores de pesca del Consell y los 3 vigilantes de la Reserva Marina del norte, abrieron en 2019 cinco expedientes sancionadores a la actividad pesquera. Casi un 90% menos que el año anterior. Para el GOB “la cifra sorprende porque en 2018 se abrieron 40 y en 2017 fueron 52“. Quieren conocer los motivos de “esta bajada tan espectacular” y reclaman una vigilancia más efectiva.
Los cinco expedientes de 2019 se refieren a cuestiones menores de pesca recreativa, como falta de documentación o similar. No hay expedientes a pesca profesional ni a aspectos de comercialización. De los cinco, tres se iniciaron por la Guardia Civil y dos por los Inspectores de Pesca. Los tres vigilantes de la Reserva no abrieron ningún expediente.
La caída de este indicador, que el GOB sigue cada año, ha encendido algunas alarmas, “cabe recordar que en 2016 ya se produjeron varias denuncias por falta de vigilancia efectiva en la reserva marina. La situación provocó un acto de protesta junto a la torre de Fornells para pedir una protección más efectiva. Tristemente, los estudios de biomasa que se hicieron después corroboraron bajadas de un 70 o un 80% en especies emblemáticas”.
El GOB señala que “parece que en Menorca esté costando especialmente poder contar con una vigilancia realmente efectiva de las labores extractivas marinas. Cuando esto ocurre, es muy fácil que el furtivismo haga estragos”.
Por todo esto, el GOB pedirá estos días reuniones con el Consell de Menorca, responsable de la Inspección de Pesca y los Vigilantes de la Reserva Marina, y con la Dirección insular representante del Gobierno Central, responsable de la Guardia Civil, a fin de poder averiguar los motivos de este notable descenso en el número de expedientes.