Del mundo del autismo algo sabemos todos después de ver la serie de “The Good Doctor”, aunque Patricia prefiere “Atípico” donde se puede conocer la integración en el mundo educativo y laboral de un adolescente con este síndrome. Ella ha finalizado sus vacaciones en Menorca, donde vive su familia, y vuelve estos días a Reading, la localidad británica en la que desarrolla su trabajo en un centro escolar con niños y niñas autistas. Es Patricia Colorado Casals.
“Fui al Reino Unido para trabajar de “au pair” y perfeccionar el inglés al acabar el Máster de Intervención Psicosocial y vi la cantidad de trabajo que hay allí de “teacher assistant” acompañando a niños con discapacidades en los centros escolares. Por eso volví y encontré un colegio que se dedicaba a los niños con autismo. Allí descubrí el método ABA, Análisis conductual aplicado, que en España aún no está muy presente. Es una ciencia que se dedica al estudio de la conducta humana con el objetivo de mejorar la calidad de vida de personas que tienen discapacidades o trastornos del comportamiento. Lo hacen a través de los principios básicos del aprendizaje que observan la relación que hay entre el comportamiento y el entorno”.
En España este método no se aplica en el ámbito educativo aunque sí hay clínicas que lo ofrecen a domicilio porque los padres también se implican en su desarrollo, “en Inglaterra la familia está motivada, llevan al niño al cole y después en casa realizan esta terapia, es uno de sus beneficios, que tiene mucha continuidad”.
Patricia habla entusiasmada de lo que está aprendiendo en este centro escolar porque esta técnica “no solo se centra en reducir aquellos comportamientos que no dejan al niño aprender, lo que llamamos comportamientos inapropiados, sino que pone también el énfasis en el desarrollo funcional de todas las áreas, cada habilidad que le quieres enseñar al niño y que se parte en diferentes habilidades que vas poco a poco reforzando utilizando la motivación del niño para aprender”.
Sin un educador que conozca el mundo del autismo, su escasa habilidad para la comunicación y las relaciones sociales, y que ofrezca una atención personalizada es complicado que un autista se integre plenamente en el ámbito educativo. Quizás por esa necesidad de inversión en educadores en España aún no se da, “se invierte poco en esto, normalmente es gente que está estudiando, con sueldos bajos, que lo haces porque te gusta pero no puedes profundizar mucho. Incluir a estas personas en el ciclo educativo al 100 por cien sería lo ideal pero es difícil de aplicar en un colegio ordinario”.
Así, la experiencia que vive Patricia en Inglaterra es un aprendizaje muy completo de técnicas y terapias dirigidas a los alumnos con este síndrome en su horario escolar y en su interacción con el resto de alumnos que no padecen ninguna discapacidad, “con ellos se relacionan bastante bien, a veces los niños sin discapacidades no entienden lo que pasa así que todos están aprendiendo unos de otros y todos se benefician porque es importante aprender que no todos tenemos las mismas capacidades“.
Patricia vuelve ahora Reading, al colegio, a sus alumnos y a seguir aprendiendo después de haber pasado las vacaciones en familia y en Menorca, de donde es natural su madre. Tiene 26 años y lleva dos viviendo en Inglaterra y, “aunque no me veo allí toda la vida” está aprovechando el tiempo conociendo terapias y prácticas en las que nos llevan mucha ventaja a los españoles.