Las opciones en las que se puede apostar son muchas. Podemos comprar lotería, comprar un cupón, hacer apuestas deportivas, meternos en un casino (online o no). La lista sigue. Hay toda una familia de boletos de Primitivas donde podemos buscar la combinación ganadora de números. En esta época hasta los niños tientan a los mayores con participaciones para Navidad. En suma, la crisis económica, lejos de disuadirnos de jugar con el azar, hace crecer un 17,7% el negocio de las casas de apuestas y de la suerte.
Sin embargo, la Dirección General de la Ordenación del Juego demuestra cómo está cambiando nuestra forma de jugar. Los ingresos brutos producidos por la industria del juego hasta el pasado 30 de junio han sido de 208,9 millones de euros, un 4,2% menos que en el primer trimestre de 2020. Esto se debe probablemente debido a la caída de los gastos de publicidad de los operadores con licencia. Pero en términos interanuales, el mercado total de los juegos de azar registró un crecimiento del 17,7%, impulsado por el buen rendimiento de los juegos de mesa como la ruleta o el blackjack y del póquer en línea, donde los ingresos crecieron hasta los 93,5 millones de euros.
Los casinos en línea registraron un aumento del 25,3% en las apuestas de los clientes, que ascendieron a 2.860 millones de euros, debido en gran parte a las tragaperras, que representaron 51,9 millones de euros, un importante salto de más del 30% interanual y apenas un 20% más que en el trimestre anterior. En términos porcentuales, la contribución de la ruleta en vivo fue aún mayor, un 75%, generando 27 millones de euros de ingresos.
Las mesas de póker online en el país captaron la atención de los jugadores durante el confinamiento, se suspendieron muchos torneos presenciales, lo que hizo que el póquer casi duplicara sus ingresos. El bingo, un contribuyente nominal relativamente pequeño dentro del mercado en línea, también vio aumentar sus ingresos en un 67%, generando 5 millones de euros en el segundo trimestre; pero el ganador en el aumento porcentual fueron las apuestas con dinero real, donde los ingresos crecieron hasta 3,9 millones de euros, un salto del 700%.
Mientras en el confinamiento las apuestas deportivas cayeron un 38% en el trimestre y un 21% a nivel interanual, los jugadores han buscado otras fuentes donde testar su suerte.
Los efectos a largo plazo de la pandemia del COVID-19 sobre la industria del juego a través de internet no dejan una conclusión clara pero si se puede afirmar que la tendencia de juego se mantendrá en crecimiento, sobre todo en juegos relacionados al póker online y las máquinas tragaperras. Esto puede representar una ventaja para los sitios de juego online en español que se especializan en esta oferta, y no tanto en juegos en vivo o apuestas deportivas.
Desde plataformas como Proyecto Hombre advierten que las cifras de aumento de juegos de azar en tiempos de crisis económica van a provocar una brecha social y de pobreza para muchas familias.
Algunos matemáticos calcularon qué probabilidad real había de ganar en un juego de azar. Para acertar con una Primitiva de seis números tenemos una probabilidad entre 13,9 millones. Si además tenemos que acertar el reintegro esta probabilidad aumenta de una a 139,8 millones. Hay más posibilidades que nos toque un Euromillones (una entre 116,5 millones) o que nos coma un tiburón (una entre 3,7 millones), que nos fulmine un rayo (una entre 700.000) o de que -como decía Asterix- nos caiga el cielo sobre nuestras cabezas. Que un meteorito impacte sobre nosotros se sitúa entre una y 250.000.