Restaurantes cerrados, terrazas llenas, comercios clausurados y empresas a bajo rendimiento. Es el escenario con el que Menorca se ha despertado este sábado, metido de lleno en las nuevas restricciones sanitarias impuestas por el Govern balear.
En los últimos días, al mismo tiempo que aumentaban los casos positivos de Covid-19, se restringían las medidas sanitarias, equiparando Menorca con el nivel 4 en el que ya estaba sometido Mallorca.
A nivel práctico eso supone menos movilidad de personas, un toque de queda más restrictivo que no deja a nadie que circule más allá de las 22 horas sin motivo justificado. Los restaurantes y hostelería sin oportunidad de que nadie esté dentro del local y sólo permitiendo la mitad del aforo en exterior con hasta 6 personas por mesa como máximo. Los comercios reducen aforo a la mitad.
Con este panorama volvemos a contar con las empresas de reparto a domicilio como las grandes aliadas. Las grandes superficies están rearmando la operativa para facilitar que la gente compre por internet y que se lo lleven a casa, ya sean supermercados o el comercio local de Menorca que tiene a su máximo exponente en Xuroa. Están surgiendo iniciativas que están dotando a casi cualquier establecimiento de un servicio de entrega a domicilio.
Pero estos son aún los parches a una economía de invierno difícil. Muchos empresarios lo intuían y han hecho una previsión a la baja de stock. Otros esperaban que salváramos el inconveniente de la pandemia antes gracias a la seguridad que da tener la vacuna, pero a día de hoy la situación resulta del todo negativa. Y tampoco hay grandes esperanzas en un cambio a mejor en el corto término.
María García de PIME Menorca y Enric Cases de CAEB Menorca opinaban el pasado viernes en Radio Menorca que no se ve fácil girar el rumbo de los acontecimientos para que toda la población de la isla esté vacunada pronto. Ni tan solo antes de que llegue la temporada turística, crucial para revertir la tendencia económica actual. Hay que tener en cuenta que no se pueden vacunar en entornos donde hay positivos (como centros geriátricos que tuvieron que esperar para tener su primera dosis). También hay que tener presente que la situación en los países del entorno sigue en claro ascenso para batir récord a diario de casos.
En el caso de los bares y restaurantes, la situación es compleja. Han abierto algunos que cuentan con terraza, pero admiten, como Seve, propietario del Amadeus en Maó, que pierden “hasta un 40% de la caja”. Otros, como el histórico Cristanal y Gradinata, no entienden como “el Govern otorga unas ayudas de 1.500 euros a los locales que por las circunstancias de ahora han cerrado, pero nosotros, que intentamos abrir y trabajar y no tenemos interior, no recibimos ninguna ayuda, pese a que hemos perdido alrededor del 40%”. “No lo encuentro justo”, expone Chiqui, el dueño del local.
El frío invierno parece haber congelado no solo el ambiente, si no también una economía que lucha contra corriente. Solo cabe esperar a que siendo responsables todos hoy, pronto las expectativas sean mejores.
Chiqui,ellos cobran todos los meses,ademàs una cantidad que nunca habìan manejado antes.Quiere decir,que es gente que nunca arriesgó nada en su vida,porque son unos miedosos miserables.Eso sì,para decidir,son unos ruinas,como nunca en su vida han tenido un negocio,deciden sin ningún criterio.Ni tienen equipo de expertos como ya se sabe,ni Dios que lo fundó,ni ellos saben nada del virus,solo exagerar las medidas extremss por si acaso.Por 15 que están en el hospital no dudan en paralizar la isla..y los demás lo pasan en casa…asì inchan los contagios.Ya sabeis,ellos nl tienen crisis,tienen privilegios por seguir la pandereta.
Son decisiones tomadas por ineptos, que en su vida han trabajado, y ahora que gracias a sus palmeros, viven con fabulosos sueldos, el pueblo les importa un bledo.
Así es el comunismo, y ahora, todos aquellos que les votaron, escondidos como ratas.
No se puede paralizar la economía y la vida de Menorca por 15 personas hospitalizadas “con covid”. Es matar moscas a cañonazos, intentando sobre todo que cunda el pánico, no vaya a ser…