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Frente a la crisis, la unión hace la fuerza

Avanzan varias propuestas para fusionar empresas y salir del bache económico

Juntos mejor
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Es posible que este año veamos más anuncios de fusiones

Los ejemplos más sonados vienen del sector bancario. Cuando el primer estado de alarma convirtió los 15 días preventivos de confinamiento en tres meses y los analistas económicos advirtieron que no era seguro que la gráfica de recuperación fuera en forma de V, empresas como Bankia y Caixabank empezaron a mover ficha.

Es el ejemplo más claro de cómo la necesidad frente al incierto futuro pide soluciones que den estabilidad a los cimientos financieros. La propia operación de fusión para crear la primera entidad bancaria del país obligaba a otras a seguir la estela de esta operación para poder ser igualmente competitivas.

Los mercados están pendientes de conocer si se podrían fusionar BBVA y Sabadell. Algo que sigue siendo todavía como un juego de cartas sobre el tapete donde hay quien cree más factible una unión de Santander y BBVA. Todo esto no dejan de ser rumores pero lo que no deja lugar a dudas es que en este tipo de operaciones está la supervivencia y competitividad futuras de estas entidades.
Pero no solo son los bancos los que mueven ficha. El mes de agosto pasado el grupo hotelero Globalia confirmaba que mantenía conversaciones con Bluebay Hotels con la idea de explorar una posible fusión.

En diciembre del año pasado firmaron un acuerdo Ávoris y Globalia que deja el control de los activos en el Grupo Barceló. Eso significa que en este paquete se incluyen las aerolíneas Evelop y Orbest, 1.500 agencias de Halcón y B the Travel Brand.

En el sector inmobiliario han sido las empresas Neinor Homes y Quabit (con oferta también en Menorca) que han anunciado una de las operaciones más destacadas de comienzo de año. Pero parece que no será la única puesto que la necesidad empuja a buscar alianzas (probablemente vía fusión, que no implica desembolso de tesorería). Neinor apostó por fusionar a Quabit, entre otras cosas, por la ubicación de sus terrenos, por su constructora y por las sinergias financieras que puedan surgir.

No hay ninguna empresa inmobiliaria que tenga una cuota de mercado que supere el 5% lo que las posibilidades de mover ficha están sobre el tablero, algo que pasará siempre y cuando las operaciones no impliquen pérdidas.


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