Este mismo sábado ha visto la luz una nueva publicación de carácter mensual y que a partir del mes que viene será de pago por suscripción y de ámbito local en la población de Ferreries. Con la premisa de ofrecer información, cultura, de ser el medio que dé voz a los vecinos y vecinas de esta población.
En el número cero que sale este mismo sábado a la luz hay entrevistas a personas de Ferreries. En el pasado y durante 25 años hubo una publicación que hacía la función de recoger las noticias y reportajes más circunscritas al municipio. Ahora se pide la colaboración de los ferrerienses para sentar la base de un medio de comunicación propio.
El primer número es gratuito y se reparte en Sa Llibreria con una lámina de un dibujo de Silvia Vivó que representa una s’Avia Corema que no ofrece su perfil.
Entre las 40 páginas del primer número de la revista podemos encontrar entrevistas a Miquel Arguimbau de la finca ganadera Son Mercer de Baix, a la alcaldesa Joana Febrer, al periodista y director del documental ‘Bocca Chiusa’ Joan Martí Mir o al pintor Carlos Mascaró.
Entre las firmas participantes encontramos a Itziar Lecea, Joan Bosco Faner, Eduard Riudavets, Carolina Torres, Mary Moro, Álvaro Anglada, Llorenç Allés, Ángel Allés, Pau Gener, Joan Pons y Ana Capó.
En esta edición también hay reportajes como el que firma Bep Al·lés y que se refiere a los trabajos de restauración del ‘Pont de Sa Bova’ entre las fincas de Sant Patrici y el Lloc de Vall.
Con una visita a Cas Xifoner y una entrevista a Rosalía Sansaloni, conoceremos la historia y la fuerza de una empresa que mantiene uno de los sabores que se beben más característicos de la isla. Y que proviene de Ferreries.
En otras entrevistas se conoce el trabajo de Paco Martí Hidalgo como herrero y escultor o del negocio familiar de Sa Llibreria de Ferreries.
… no lo entiendo, en vez de dedicar su primer número a la cuaresma, esa aberración religiosa, dogmática, represiva y coaccionadora, deberían haberlo dedicado a la alegría de vivir, al CARNAVAL, con sus buenas vibras… pero no, tenemos la mala costumbre de primar siempre las coercitivas ceremonias confesionales, en vez de disfrutar de la vida y celebrarla… no se entiende…