Ya sucedió en otros lugares del planeta y no era de extrañar que pasara en una isla como Menorca. La incidencia del virus de la gripe (y sus variantes) han sido la anécdota en el cómputo de la Red Centinela que se encarga de informar de la incidencia de casos.
El motivo está claro para el Director de Atención Primaria Txema Coll, quien recordaba este pasado viernes que quizás se ha constatado uno o dos casos. Al utilizar elementos de higiene de manos, mantener la distancia social y usar mascarilla, la gripe no tiene la posibilidad de contagiarse. El cortafuegos se muestra eficaz, como así lo es para minimizar un eventual contagio por coronavirus.
Menorca no es la excepción. Ocurre lo mismo por otros territorios. En la isla, además, siempre llega el pico de contagio después de que haya sucedido en grandes ciudades, normalmente entre la última semana de enero y el mes de febrero.
Según fuentes del Sistema Nacional de Vigilancia de la Gripe, menos de 15 casos se habían dado hasta finales del mes pasado. Eso supone una gran diferencia con los 6,7 casos por 100.000 habitantes que se registraba a nivel España en 2019, lo que equivale a casi 10.000 casos de gripe.
Los estamentos oficiales han concluido que la disminución generalizada de la circulación de virus gripales se ha observado a nivel mundial, de forma simultánea a la pandemia de la COVID-19 (en el hemisferio sur) y a las medidas de mitigación implementadas en la comunidad para reducir la transmisión de enfermedades respiratorias.
La circulación de virus de la gripe se sigue vigilando en todos los países, ahora de forma especial en el hemisferio norte puesto que aún estamos en temporada de gripe estacional. De momento persisten los bajos niveles de actividad gripal, lo que podría deberse a las medidas de control y distanciamiento social que siguen en vigor para el control de la pandemia de COVID-19, si bien otros factores pueden haber contribuido.
De hecho la pandemia de COVID-19 generó una disrupción de la atención médica y la capacidad de la realización de pruebas en la Región Europea de la OMS que afectó negativamente en la notificación de datos epidemiológicos y virológicos al final de la temporada 2019-20.
A los negacionistas se les derrumban las teorías una tras otra, a ver que se inventan ahora.