A lo largo de sus (ahora) 100 años de vida, Edgar Morin ha recogido impresiones del mundo que le rodeaba y sus opiniones y comentarios han ayudado a que ese mismo mundo le haya devuelto la atención con una gran cantidad de homenajes. Uno de los más recientes, el segundo Premi Mediterrani Albert Camus.
Su jurado, presidido por Luis García Montero y compuesto por Hoda Barakat, Anna Caballé, José Miguel G. Cortés y Anne Prouteau decidió premiarlo por unanimidad por su labor como pensador transdisciplinar. Su reflexión libre y constante sobre la condición humana y el futuro del planeta lo han convertido en una referencia ética imprescindible de nuestro mundo. Su rechazo de los dogmas, su pensamiento sobre la incertidumbre y las formas de enfrentarla han generado, a lo largo de su amplia obra, un tipo de humanismo que le ubica en la estela de Albert Camus.
Ambos son «hombres rebeldes» que, lejos de las verdades absolutas, no han cesado de interrogarse sobre lo viviente. Su edad no es obstáculo para mantener vivo un pensamiento pertinente, e impertinente, sobre la actualidad y sus desafíos.
En su dilatada vida ha sido testigo de un siglo XX convulso. Nació en mitad de una enfermedad global (la gripe española) y ahora sigue navegando en un mundo que está unido frente a la enfermedad y a las agresiones. Algunos medios dicen que fue uno de los primeros de hablar de ecología y de un frente común en favor de la defensa del planeta.
El certamen menorquín de carácter cultural Trobades Camus, en su segunda edición de sus Premis Camus le concedió una distinción más que se tuvo que dilatar en el tiempo (lo ganó en 2020 y lo “recogió” en este 2021).
Conocer su vida es entender de cómo este personaje es un testimonio inigualable del mundo en el que vivimos todos hoy. Nació en París el 8 de julio de 1921. La Guerra Civil de España en 1936 marcó su primer compromiso político.
En 1942, se unió a la Resistencia como comunista (se separó del partido en 1948 y fue expulsado en 1951) y como gaullista en el Movimiento de Resistencia de Prisioneros y Deportados (MRPGD convirtiéndose en MNPGD bajo la dirección de Mitterrand). Es en la Resistencia donde asumió el seudónimo de Morin. Durante la guerra obtuvo una licenciatura en geografía-historia y una licenciatura en derecho.
En la Liberación, publicó su primer libro L’An zéro de l’Allemagne (El año cero de Alemania) para luego dedicarse al periodismo, en particular fundando la revista Arguments en 1956. En aquella época se unió al CNRS y se interesó principalmente en los fenómenos considerados menores en ese momento. Publicó Le Cinéma ou l’homme imaginaire en 1956, Commune en France: La métamorphose de Plodémet en 1965 y La Rumeur d’Orléans en 1969.
Se convirtió en Director de Investigación del CNRS en 1970. A finales de esta década, desarrolló lo que definió en 1982 como “pensamiento complejo” y comenzó a escribir su gran obra La Méthode, cuyos seis volúmenes fueron publicados entre 1977 y 2004.