En cambio, la presión asistencia en los centros hospitalarios es muy inferior a la que se registra en los centros de salud. La última actualización de los informes recabados por el Servicio Balear de Epidemiología sitúan en 171 el número de pacientes ingresados en planta, mientras que los internamientos en UCI se elevan a 35.
De hecho, la dinámica que está distinguiendo esta nueva ola pandémica en Balears es la sobrecarga de casos en Atención Primaria frente al resto de ofertas asistenciales. Así, en los días posteriores al 12 de julio los datos constatan que la cifra de casos activos ascendió a 4.725 positivos el martes 13 de julio, de los que 4.613 eran usuarios que recibían tratamiento en el primer nivel asistencial, frente a los 86 pacientes en planta y los 26 en UCI. El miércoles 14 de julio, la cifra total de casos ya superaba la barrera de los 5.000, con 5.000 diagnósticos activos de Covid y casi 4.900 con seguimiento en Atención Primaria (4.896).
ESCALADA DE CASOS
La escalada ha proseguido sin freno en las jornadas sucesivas. El 15 de julio los casos habían repuntado hasta los 5.133 (5.010 en AP); el 16 de julio, los datos facilitados por la Administración autonómica experimentaron un aumento de mil diagnósticos, con 6.190 casos en tratamiento y 6.050 recibiendo seguimiento en los centros de salud; el 17 de julio, la estadística epidemiológica reflejaba 6.745 casos y 6.600 en el primer nivel asistencial; el 18 de julio, este pasado domingo, la curva ya se situaba claramente por encima de los 7.000 casos activos (exactamente, 7.308), de los que 7.147 eran controlados en Atención Primaria; el lunes 19 de julio, nuevo repunte de casos hasta alcanzar los 7.460 positivos y 7.280 con tratamiento en AP; y, finalmente, esta última jornada, la del martes 20 de julio, 8.259 contagios activos, con 8.053 pacientes recibiendo asistencia en los centros de salud.
REPUNTES
Así pues, entre los días 12 y 20 de este mes, los casos activos de Covid 19 en Balears han repuntado de los 4.147 positivos a los 8.259 de la última actualización, con casi un 50 por ciento de incremento (49,78 por ciento). Mientras en Atención Primaria la evolución de la curva asistencial es claramente ascendente, como ya se ha explicado, las hospitalizaciones están notando este aumento de las infecciones de manera mucho más moderada que en otras curvas anteriores.
Si el 12 de julio se contabilizaban 75 pacientes Covid ingresados en planta y otros 20 en UCI, el 20 del mismo mes, las cifras son de 171 y 35, respectivamente. Proporcionalmente, en las áreas de atención urgente el volumen de ocupación es, en estos momentos, del 13 por ciento, un dato que, si bien invita a la preocupación y a no bajar la guardia frente a la reactivación de los contagios, no está poniendo en jaque, por el momento, la sostenibilidad del sistema de salud en Balears.
Esta aseveración cobra el máximo sentido si se tiene en cuenta que el 23 de enero de este año, pocas semanas después de las fiestas navideñas, Balears alcanzó el ‘pico’ histórico de contagios activos por Covid 19: concretamente, 10.968. Este martes 20 de julio, en pleno repunte de las infecciones, las cifras fueron algo inferiores, pero igualmente apreciables: 8.259 pacientes en tratamiento por coronavirus.
Sin embargo, entre ambas fechas existe una diferencia sustancial en términos de presión asistencial en los hospitales. Es decir, el incremento de casos está condicionando en mucha menor medida que a principios de 2021 la capacidad operativa en centros hospitalarios y unidades de cuidados intensivos.
PRESIÓN ASISTENCIAL
Los datos facilitados por la Conselleria de Salut i Consum en relación a la evolución epidemiológica de Balears establecen dos escenarios inequívocamente diferenciados entre la ola que asoló a las islas justo después de las Navidades y la que se ha desencadenado estas últimas semanas, con el doble de casos activos entre el lunes 12 julio (4.147) y este martes 20 de julio (8.259).
De esta manera, el 23 de enero, que presenta la cifra récord de contagios en el archipiélago, los casi 11.000 positivos contabilizados ese día (exactamente, 10.968) coincidieron con las siguientes estadísticas en cuanto a atención hospitalaria: 431 pacientes en planta y otros 125 en UCI, muy por encima de los 171 y 35 que se recoge en las estadísticas de este pasado 20 de julio.
La principal diferenciación entre ambos escenarios de la pandemia (principios de año, justo después de Navidades, y este verano), con un número no muy diferente de casos pero una estabilidad asistencial más garantizada en la fase actual, parece guardar una íntima relación con la progresión alcanzada en el proceso de vacunación.
Durante las duras semanas de enero que siguieron a las fechas festivas y que se saldaron con récords históricos de casos de Covid, la campaña de inoculación de las dosis de protección apenas había empezado, después de que se pusiera en marcha, en el conjunto de la Unión Europea, cuatro días antes de finalizar 2020, concretamente el 27 de diciembre.
VACUNACIÓN
Hoy en día, en cambio, según los datos divulgados por la Conselleria de Salut este pasado martes, el 54,3 por ciento de la población de Balears (es decir, más de la mitad de los ciudadanos) ya ha recibido la pauta completa de la vacuna, y al 67,3 por ciento se le ha inoculado la primera dosis. Exactamente, en las islas se han administrado 1.192.296 unidades de alguno de los sueros aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), de tal manera que 696.932 perceptores han recibido la primera dosis y 562.015 ya están inmunizados.
Por islas, en Mallorca se han aplicado 931.656 dosis, con 546.499 personas con una inoculación y 438.002, con la pauta completa; en Ibiza son 145.963 las dosis que ya se han aplicado, con 84.925 personas que han recibido una dosis y 69.369 los dos pinchazos; en Menorca se han administrado 104.723 dosis (59.433 personas han iniciado el proceso con una dispensación y 49.819 ya lo han completado), y en Formentera se han inyectado 9.394 vacunas, con 5.723 usuarios que cuentan con una dosis de protección y 4.564, con la pauta completa.
NUEVAS RESTRICCIONES
Sin embargo, más allá de los buenos resultados de las acciones de vacunación, el contexto de repunte de casos activos dibuja un peligroso horizonte marcado por la saturación de la Atención Primaria y la necesidad de preservar el equilibrio asistencial en los hospitales. Es en esta línea que cabe situar las nuevas restricciones que el Govern presentó este lunes a patronales y sindicatos durante la reunión de la Mesa de Diálogo Social.
Las limitaciones, algunas de las cuales, en especial las que hacen referencia a las reuniones familiares y sociales, precisan del aval de los tribunales, entrarán en vigor, previsiblemente, esta semana (algunas de ellas el jueves, y otras el próximo sábado), y afectan, en primer lugar, a los locales de restauración.
Estos establecimientos deberán interrumpir su actividad a partir de la 1 de la madrugada, con 60 minutos de anterioridad respecto al horario límite que se ha venido aplicando en esta última etapa. Igualmente, las personas no convivientes no podrán reunirse, ni en los espacios públicos ni tampoco en los privados, más allá de esa misma hora, la 1 de madrugada.
Además, el Ejecutivo autonómico ha comunicado nuevas restricciones en el aforo de los establecimientos de restauración, cuyas mesas no podrán reunir a más de cuatro clientes en los recintos interiores y ocho en los exteriores, es decir, en las terrazas. Hasta la entrada en vigor de estas disposiciones, la cifra de comensales por mesa ha sido de 12 (terrazas) y ocho (interiores).
Por otra parte, las playas y parques públicos deberán cerrar sus puertas a las 22 horas, mientras que el calendario de fiestas populares no sufrirá grandes alteraciones más allá de la prohibición de celebración de los tradicionales ‘correfocs’.
GUERRA AL BOTELLÓN
Paralelamente, el Govern ha anunciado la aprobación de un decreto ley específico contra los botellones, que propondrá sanciones más duras contra quienes realicen este tipo de prácticas, además de prohibir terminantemente estas reuniones a partir de la 1 de la madrugada.
En concreto, las multas por este concepto podrían alcanzar los 5.000 euros si se trata una persona con una PCR positiva. La sanción mínima será de 1.000 euros. Al mismo tiempo, el Ejecutivo también tiene previsto endurecer las sanciones para los establecimientos que vendan alcohol fuera del horario permitido y para los promotores de fiestas ilegales.
En cuanto a las disposiciones que afectan a la mascarilla de protección frente a la Covid, la Administración autonómica no ha dado finalmente el paso de imponer su utilización obligatoria en las calles y las vías públicas, sino que se ha limitado a recomendar su uso siempre que no pueda garantizarse la preservación de la distancia mínima de seguridad, tal como se prevé en la normativa promulgada a nivel nacional.
Finalmente, el Govern reforzará el control de entrada de pasajeros en puertos y aeropuertos (medida también sujeta al aval jurídico) y planteará al Estado la posibilidad de estimular la utilidad del denominado ‘pasaporte verde’ o certificado digital promovido por la Unión Europea. Concretamente, la Administración balear defiende que la presentación de este documento debería convertirse en un requisito obligatorio para que un ciudadano pueda acceder a determinados eventos o actividades de carácter público.