Menorca volvió a ser fiel a la tradición de Todos los Santos y los isleños acudieron a los cementerios a recordar a los familiares ya difuntos. A lo largo de la jornada los menorquines fueron acudiendo a los camposantos pese a las inclemencias del tiempo en algunos momentos de la mañana. Esto permitió que los cementerios ofrecieran una imagen llena de flores y colorido para un aspecto más alegre de lo habitual pese a la jornada de respeto y recuerdo hacia aquellos que ya no están con nosotros .Para facilitar el acceso muchos ayuntamientos instalaron un dispositivo de la policía local para regular el tráfico y facilitar el paso de los viandantes.

La jornada festiva también tuvo otra cara más alegre con reuniones familiares y las tradiciones culinarias en forma de comer buñuelos o panellets.