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Fiestas de Menorca: responsabilidad y sentido común

Tòbal Marqués, presidente de la asociación de Propietarios y Criadores de Caballos de Raza Menorquina, pide celebraciones con cautela este verano

Jaleo en Alaior (Foto: Tolo Mercadal)
Jaleo en Alaior (Foto: Tolo Mercadal)

El presidente de la asociación de Propietarios y Criadores de Caballos de Raza Menorquina, Tòbal Marqués, ha apelado este martes al sentido común para disfrutar de las fiestas patronales de verano sin sobresaltos.

Marqués ha pasado balance de la Fira del Cavall celebrada el fin de semana en Es Mercadal, y ha destacado el buen comportamiento del público a pesar de las ganas de retomar los festejos populares.

Comenzaremos con Sant Joan y veremos si las podremos hacer todas. La gente que ha venido a la Fira del Cavall se ha comportado con respeto y ahora cabe esperar lo mismo durante el verano. Sin embargo, cuando hay fiesta por medio es complicado gestionarlo, hay muchas ganas, pero tenemos que ser todos responsables“, ha señalado.

Por otro lado, Marqués ha enfatizado la celebración de la Fira del Cavall como el escenario propicio para exhibir la evolución de la morfología del caballo de raza autóctona.

“Ha venido gente de los Estados Unidos, de Francia e incluso de Suiza. Todos se fueron muy satisfechos porque se han interesado en ejemplares menorquines y esperamos que acaben comprando”, ha remarcado.

Por último, el presidente de la entidad ha recordado la calidad de los ejemplares. “El jurado lo ha tenido muy complicado, porque las diferencias entre la mayoría son mínimas. Cada vez son animales más perfectos y la clave es encontrar el mínimo defecto, muy poco apreciables por parte de la gente que no es del sector”, ha indicado.


Comment

  1. … los jaleos al aire libre son lo mejor para que corra el aire y nadie se contagie de los rescoldos de esa dichosa pandemia… los que no han sido responsables en absoluto han sido los miembros del clero, instando a sus fieles, la mayoría cuatro ancianos mal contados, a que se pusiesen en peligro reuniéndolos en lóbregos antros, bien pegaditos unos a otros, espacios cerrados sin ventilación, como lo que son sus oscuros templos, para que se contagiasen de coronavirus, todo por mantener unas tradiciones y no perder todavía más a su público cautivo, y poder seguir con sus cosas raras que son esas ceremonias religiosas, que bien podrían haber seguido sus vidas sin ellas…

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