No es la primera vez que ocurre. Cuando una situación adversa pone las cosas difíciles, el Estado acciona resortes para que la red que ayuda a que nadie se quede atrás funcione. Las circunstancias en las que el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha las nuevas medidas para mitigar los efectos económicos de la Guerra de Ucrania se daban a conocer en una reciente visita a Mallorca. Acto seguido, en el marco del Debate de Política General de la Comunidad, Francina Armengol recogía el guante y aprovechaba para anunciar cómo se iban a traducir las medidas propuestas en las islas, aportando más anuncios.
Voces críticas ponen en duda de si este es el momento y la manera pero frente a la subida de los precios y la pérdida de poder adquisitivo de las familias, con una inflación galopante y una subida de tipos de interés como hacía décadas que no se veía, poco se discute la reacción frente a este panorama.
Así, el Consell sigue una línea similar de ayuda social que se podría traducir en redondear o mejorar las propuestas de las administraciones superiores. Un ejemplo conocido y reciente fue el de conseguir la gratuidad total del transporte público hasta final de año. De hecho ya ha anunciado el gobierno que esas ayudas se van a prorrogar. Esto podría hacer que en Menorca también se alargara en el tiempo. El aumento de usuarios anima a la administración a dar las facilidades que sean precisas para que se dejen aparcados los coches en favor del autobús puesto que, de esa manera, también se consigue avanzar en el buen camino contra la emisión de CO2, algo que el Comité de expertos sobre el Cambio Climático habían solicitado la semana pasada cuando presentaron los datos de su último informe.
El conseller Josep Pastrana avanzó en Radio Menorca que ya se estaba trabajando en ese paquete de medidas que complementarán a las ya presentadas en Baleares y Madrid. Solo falta por saber cuáles serán y cuándo se pondrán en práctica.
