La noche anterior a Sant Antoni es momento de fiestas y torradas. Este año, ya sin pandemia, los menorquines se han volcado en esta tradición. En Maó las celebraciones se centraron en la zona de s’Esplanada. Allí se instaló un escenario en donde actuó Pinyeta Pinyol para los más pequeños mientras los integrantes de la UD Mahón se encargaban de asar sobrasadas y ‘butifarrons’.

Los responsables del club de fútbol que este año celebran su centenario también colocaron un campo con porterías hinchables para que los más pequeños tuvieran otra atracción.

Paralelamente hubo una procesión que llevó la imagen  de Sant Antoni desde la antigua iglesia dedicada al santo en s’Arrabal hasta la nueva en la calle Vives Llull. La marcha contó con caballos, una charanga, gigantes y, como no, cabezudos con el aspecto del demonio.

En todos estos actos la asistencia fue masiva de vecinos con  ganas de vivir plenamente los festejos tras los dos años de Covid.

Las celebraciones se dieron en todos los municipios tal y como se puede ver en el vídeo y las fotos  de Karlos Hurtado en Es Mercadal.