Playas que están entre acantilados, como la de Torrent de Pareis en Mallorca; otras que aparecen y desaparecen, como las de Gulpiyuri y Cubijeru en Asturias; o aún otras que, manantiales, son calitas de agua cristalina, como el Pozo Azul de Burgos. Todas ellas están en la lista de las 12 playas más raras de España que ha confeccionado el blog de viajes y turismo rural escapadarural.com, en un artículo que firma Javi Rodríguez Godoy.
Y las que también están son dos playas de Menorca: cala Escorxada y cala Macarelleta, una por ser “casi inaccesible” y otra porque “parece una piscina, pero no”.
De Macarelleta se destaca que pese a que es verdad que hace años era “un secreto mejor guardado que ahora”, sigue siendo “un lugar maravilloso, uno de los imprescindibles de Menorca”, con unas medidas reducidas, 20 x 40 m, pero que “tan poco basta para tanto”.
La recomendación para ir a cala Escorxada es la de ir temprano al aparcamiento de cala Mitjana y llegar pasando por Trebalúger y cala Fustam, “un reto al alcance de pocos, ya sea por capacidad física, por actitud o por disponibilidad”, porque hay que caminar 90 minutos. Pero, claro, “el cielo tenía un precio”. Al final, el autor se pregunta y responde a sí mismo: “¿Una vez allí? Una playa casi virginal y despoblada. La pureza del agua nos evoca dos palabras: ¿esto existía?”.
Woo! si que hay que visitarla, parece el paraiso. Que hermosas fotos…bien valdra la pena caminar esos 90 min.