Las conclusiones del XX estudio y encuesta de la Fundación GADESO muestra los hábitos y opiniones de los baleares sobre las fiestas navideñas. Las conclusiones no muestran diferencias entre islas pero sí nos ayudan a ver cómo evolucionan estos días señalados del calendario. Las fiestas navideñas del año 2023 se ven influenciadas, al igual que en el 2022, por la persistente inflación, atribuida al aumento de los costos energéticos y a la situación en Ucrania, aunque se menciona una tendencia a la baja. A pesar de esto, la realidad es que el impacto no es imperceptible en los bolsillos, especialmente en aquellos de las clases más bajas. Se observa un aumento del gasto del 11.6% en comparación con el año anterior, lo que se traduce en un gasto total previsto por habitante de 865 euros en nuestra comunidad.
El portavoz de GADESO Antonio Tarabini explicaba esta semana en la radio que este incremento significativo se ve matizado por el hecho de que las clases más bajas restringen su gasto tanto como les es posible, mientras que son las clases más altas las que aumentan de manera más notoria sus desembolsos. Al desglosar por categorías, se evidencia que casi todas las partidas muestran variaciones importantes en comparación con el año 2022. Sin embargo, la alimentación (33.4%) y los regalos (34.0%), especialmente los destinados a los hijos, continúan siendo las que representan los mayores porcentajes del presupuesto navideño, conformando más de dos tercios del gasto en los hogares de nuestra comunidad durante estas festividades.
Aunque el gasto se incrementa en todos los estratos sociales, se observa una desigualdad significativa. El análisis de la tabla revela que el gasto previsto por las clases altas es aproximadamente 9 veces mayor que el de las clases bajas. Esta disparidad se profundiza al observar que las clases bajas, con un gasto medio de 253 euros, tienen una brecha significativa con las clases medias bajas, que se gastarán alrededor de 491 euros. Aunque estos segmentos sociales incrementan su presupuesto respecto al año anterior, la brecha de gasto sigue ampliándose (372€) frente al gasto medio (865€).
La clase media, aunque experimenta un aumento en su presupuesto respecto a 2022 (748€), no logra recortar la distancia con las clases superiores, manteniéndose por debajo del gasto promedio. La segunda gran brecha se observa entre la clase media y alta, que gastará de 1.415 a casi 2.234 euros durante las fiestas navideñas, reflejando un aumento del 13% en el gasto de la clase alta debido al incremento de precios.
Estos datos indican un continuo aumento de las brechas y la dualización social, con colectivos en riesgo de exclusión (clase baja y media-baja) y colectivos aparentemente no afectados de manera significativa por la crisis (clase media-alta y alta). La clase media, más cercana a las clases desfavorecidas, no logra acortar la distancia con las clases superiores.
En cuanto a las percepciones ciudadanas hacia las fiestas navideñas, se observa una tendencia a la secularización, donde el componente religioso cede espacio a las vertientes familiar y de consumo. La mayoría considera estas fiestas como un momento para compartir con la familia, aunque un porcentaje creciente las percibe como la máxima expresión del consumismo, imponiendo grandes gastos en regalos y celebraciones. Un 7.9% de los encuestados ve la Navidad como una oportunidad para escapar de los problemas cotidianos, optando por viajes y cruceros.
… que la religiosidad caiga en picado es una BUENA noticia… son unas fiestas para disfrutar en familia, pasárselo bien y felicitar a los amigos… nda de todo ello necesita de las creencias religiosas en absoluto… pronostico el fin de las creencias religiosas para antes de fin de siglo, a nivel global… y eso es positivo para la sociedad, liberada al fin de servidumbres excluyentes y deberes dogmáticos sin sentido… estamos en el siglo XXI y parece que al fin podremos ir tomando el timón de nuestras vidas por nosotros mismos…