El 10% del total de la población de Maó necesita ayuda del Banco de Alimentos. Además, muchos de estos casos son gente que sufre la pobreza desde hace tiempo y se encuentra en una situación enquistada.Lo afirma la responsable de Benestar Social de Maó, Laia Obrador.
Según los datos oficiales del ayuntamiento el Banco de Alimentos atendió el año pasado a 901 familias que vienen a ser unas 2.700 personas. El censo de la población de la ciudad ronda en estos momentos los 27.000 vecinos. Desde Benestar Social preocupa mucho índice de pobreza tanto por el riesgo de exclusión social como por el modo en que puede afectar a los menores que viven esta situación. Obrador apunta que no es tan solo una cuestión de alimentación, también de entorno y de falta de enseñanzas con actividades extraescolares de tipo cultural o deportivo y similares.
Obrador cree que para atacar este problema no se pueden limitar a medidas de contención como dar comida suficiente sino que se necesitan otras acciones complementarias. Estas pasarían por hacer un seguimiento a las familia afectadas para que se reinserten laboralmente y vuelvan a ser totalmente independientes.
La concejal apunta también la necesidad de que sus técnicos elaboren un diagnóstico social de la ciudad y que se actualice periódicamente. El objetivo es conocer mejor la realidad de Maó y poder actuar de forma más eficaz.