Inquietud, gusto por la formación, trabajo junto toda una generación de modelos, entre ellas su gran amiga Vanesa Lorenzo, y miles de kilómetros recorridos para compartir sus conocimientos sobre el cuidado del cabello y la belleza son los mimbres del estudio de peluquería que Carlos Vidal ha inaugurado este miércoles en Maó. Cinco meses de reforma han obrado el milagro y han convertido su estudio, situado en la plaza del Príncep, en un espacio armonioso, amplio, minimalista, sobrio y elegante, donde cada detalle se ha mimado, como la escultura de Núria Román que da la bienvenida a la zona de aguas. Muchos amigos y conocidos se han acercado a compartir con Vidal el momento de la inauguración, preludio de la apertura al público este viernes que promete ser exitosa. A todos ellos, Vidal les ha recibido sonriente y acogedor, sin que los nervios del estreno- si es que los había- haya hecho mella. “Nosotros traemos una forma diferente de trabajar el cabello, estoy ilusionado y no tengo miedo a la gran competencia”, asegura el profesional. Trayectoria Vidal, quien fuera director del Salón Llongueras en la ciudad de Levante marchó de Menorca en 1999, para recalar en Barcelona donde comenzó a trabajar en el mundo de la publicidad y la moda. “También en cine, pero poco, no me gustó mucho”, reconoce con una franca sonrisa. Su profesionalidad y su capacidad de comunicar no pasaron inadvertidas a una marca de productos de peluquería y belleza, de la que fue Director Creativo y de Educación Internacional. “Este trabajo me llevó por todo el mundo, Nueva York, Australia, Asia, Sudáfrica, Japón, Sudamérica, Rusia…y ahora quiero traer aquí todo lo aprendido”. “La formación es la clave. Un estilista no puede dejarde formarse y por eso además de atender a nuestros clientes junto con mi equipo, lo voy a enfocar a la formación de otros profesionales. La idea es organizar seminarios e invitar a estilistas de reconocido prestigio para suplir las dificultades que pueden encontrar los profesionales de Menorca a la hora de formarse”, detalla Vidal.
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Realmente decepcionada, caro y con un servicio realmente pobre que deja mucho que desear. Carlos es un ¨peluquero¨ prepotente que no escucha los deseos del cliente y actua de forma egocentrica y despota ya que cree que los clientes son conejillos de indias a los que puede manipular con su falsa amabilidad de plástico y a su antojo. Por no mencionar como ha quemado mi cabello con productos de baja calidad y al intentar hacer una reclamación formal SE HA NEGADO a proporcionarme la hoja de reclamaciones, hecho que va EN CONTRA DE LA LEY y ha proferido insultos y difamaciones contra mi persona al más puro estilo barriobajero. No le recomendaría ni como peluquero canino. Destaco la desproporcionalidad del precio en comparación con los otros buenos peluqueros de Mahon. Sinceramente mucho ruido y pocas nueces. A que me refiero con esto, la fama internacional se debe a sus aportaciones de dinero, triste verdad, ya que carece de habilidades necesarias para poder llamarle profesional o considerarle formado suficientemente para proveer este servicio. Si quieres un destrozo en tu cuero cabelludo es el lugar para ello. Estafa segura.