Autoridad Portuaria de Baleares ha vuelto a contactar con los vecinos de Cala Figuera para adquirir sus propiedades. Según relatan algunos de ellos, en las dos últimas semanas representantes del ente gestor del puerto de Maó les han insistido para que vendan sus casas y solares, la tiempo que les recordaban la posibilidad de que éstas fuesen objeto de un procedimiento de expropiación.
Estos nuevos contactos, en los que los vecinos han percibido “nervios” en APB, se han producido cuando aún se espera contestación a las alegaciones presentadas por el colectivo ‘Salvem Cala Figuera’ en el marco de la tramitación de la Propuesta de Delimitación de Espacios y Usos Portuarios de Maó. “No han sido consideradas desde el 12 de mayo, no se han dignado ni a contestar”, lamenta Raúl Pérez, uno de los vecinos.
Acciones vecinales
Esta falta de respuesta y los nuevos movimientos de APB han motivado la solicitud de una reunión con el Ayuntamiento de Maó y la presentación de una carta la ministra de Fomento, Ana Pastor. En la misiva, registrada este jueves, los vecinos solicitan la desafectación de sus viviendas en la nueva propuesta de delimitación, por entender que lo contrario “resulta un atropello y vulnera los derechos de propiedad privada y a la vivienda”.
En el documento, ‘Salvem Cala Figuera’ explica cuál es la situación que vive esta zona portuaria desde 2006 -de la que los vecinos pregonan que “el posible uso portuario a desarrollar es absolutamente compatible con la permanencia de nuestras viviendas“- y el compromiso inicial de APB de paralizar su posible expropiación, que se vio truncado con la nueva propuesta de delimitación de abril de este año.
El colectivo recuerda a Pastor las alegaciones presentadas a esta propuesta relativas con la falta de vigencia y motivación de la figura de planeamiento, de los usos previstos en Cala Figuera y de la afectación de las vivencias, ausencia de notificación a los interesados o incumplimiento de compromisos referidos a la adaptación del límite de la Zona de Servicio del Puerto al deslinde definitivo de Maó y Es Castell.
Tanto Pérez como Raúl Pons, presidente de la Asociación de Vecinos ‘Salven Cala Figuera’, entienden que estas alegaciones están “muy bien planteadas”, lo que unido a las que presentaron otras administraciones, en especial las del Ayuntamiento de Es Castell que destacan por su contundencia, les da esperanzas de que se pueda conseguir finalmente la desafectación de sus viviendas, que depende de la delimitación y los usos en la zona.