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Simbólica tradición en una mañana fría y soleada


Con un tiempo climatológico que quizás pocos preveían unas jornadas antes, con frío pero con el sol luciendo durante toda la mañana, Ciutadella ha revivido de nuevo la simbólica entrada del rey Alfons III a la ciudad tras su conquista de Menorca en 1287. Todo ello con numeroso público en buena parte de su eje central, desde la plaza de Sant Antoni con el tradicional mercado de dátiles y naranjas, hasta el Ajuntament, pasando, sobretodo, por la Contramurada con la Fira de Sant Antoni y el paso de la procesión, la plaza de ses Palmeres y la de la Catedral.

Ha sido tras la misa solemne en la Catedral Basílica, que este año ha presidido Gerard Villalonga como administrador diocesano de Menorca en esta época de sede vacante episcopal, cuando se ha iniciado la Processó dels Tres Tocs, con los concejales Joan J. Pons (éste portando el ‘penó’), Marta Marquès y Natividad Benejam encabezándola a caballo y con la imagen de Sant Antoni y las autoridades eclesiásticas, civiles y militares siguiéndoles.

Una vez en la plaza de ses Palmeres, y tras recoger el ‘penó’ de su compañero a caballo y acompañado por dos policías y los maceros municipales (momento que recoge el vídeo que viene a continuación), el concejal más joven del Consistorio, Joan Carrasco Domínguez, ha dado los tradicionales ‘Tres Tocs’ sobre las 12.40 horas, con los consiguientes aplausos.

Mientras la procesión continuaba por la calle Maó y se encaminaba hacia su final (este año sin la interpretación del himno nacional español y sí con la entonación del ‘Te Déum’), la gente se ha encaminado hasta la Fira de la Contramurada y la tradicional en la plaza del Hospital, en unos momentos de máxima afluencia.


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