Con la instalación de un banco dedicado y la plantación de un árbol, en el parque cercano al Molino de entrada a Es Castell, la comunidad británica de Menorca y la propia población de Es Castell ha homenajeado a quien ha sido cónsul honoraria británica en la isla durante 23 años, Deborah Hellyer.
Durante el emotivo reconocimiento, auspiciado por las diferentes asociaciones británicas de la isla y al que también asistió el alcalde de Es Castell Lluís Camps, Paul Strudwick, de la Iglesia Anglicana de Menorca, fue el encargado de agradecer y reconocer el “magnífico trabajo” realizado por Deborah Hellyer durante esas más de dos décadas como cónsul honoraria, destacando “su capacidad de construir puentes de relación y espíritu de colaboración entre la comunidad británica y menorquina”.