Era uno de los momentos más esperados por los usuarios. Y será este miércoles 1 de febrero cuando la piscina municipal de Maó reabra sus puertas después de que hayan finalizado las obras de mejora que han obligado a cerrarla los últimos meses. La profundidad se ha reducido de 2’3 metros a 1’8 para ahorrar agua y se han sustituído los sistemas de desinfección, amén de renovar de forma integral la cubierta del edificio.