Las tortugas de agua de Menorca de la especie Emys orbicularis no tienen realmente nada de fabuloso. Pero el GOB Menorca no quiere que se conviertan en una fábula. Algo que podría pasar si desaparecen al extinguirse. Eso podría pasar a menos que no se tomen medidas. El mayor peligro al que se enfrenta esta especie (a parte de la omnipresencia de la especie humana) es un competidor voraz; la tortuga de Florida.
En nuestra isla, durante muchos años, se han estado vendiendo tortugas de Florida. Eran baratas, fáciles de mantener, inofensivas para los niños, no molestaban. Pero el Ministerio de Medio Ambiente de España llegó a incluirla en el Listado de Especies Exóticas Invasoras que constituyen un grave riesgo para las especies autóctonas, los hábitats, los ecosistemas y, en general, para el medio ambiente.
Pueden ser un gran problema, pueden destrozar los hábitats de la tortuga de agua de Menorca (Emys) y hacer desaparecer a otras especies. La tortuga de Florida está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo dictada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Puede llegar a alcanzar un gran tamaño y ésa es la razón que lleva a muchos de sus dueños a liberarlas en la naturaleza, creyendo que están haciendo una buena acción al salvar su vida.
Al ser más grandes, más voraces y más agresivas que las tortugas Emys, están llevando a esta última especie a una situación crítica, de peligro de extinción.
El GOB y otras entidades trabajan en el seguimiento de un centenar de especímenes de Emys para seguir su evolución en su hábitat. Ya se ha actuado en varias zonas en las que, hasta el momento, no se había estudiado la presencia de la tortuga Emys.
El próximo otoño se hará una segunda campaña se seguimiento para ver cómo ha evolucionado la población, su crecimiento y recogida de datos. Así se redactará un plan de acción para protegerla en el futuro.