Unas 200 personas han participado este sábado en la primera excursión de la nueva campaña de Via Menorca, organizada junto al recién creado Grup Excursionista de Detecció d’Empastes Territorials (GEDET).
La salida ha seguido un itinerario de contrastes en el término municipal de Alaior, combinando un tramo preservado del Camí de Cavalls con la visita a tres agroturismos próximos entre sí donde, según la organización, se han detectado “destrozos sin precedentes” vinculados a usos turístico-residenciales.
Via Menorca se define como una iniciativa que combina protesta y propuesta, con el objetivo de promover un modelo de futuro para la isla que no se base en la masificación turística, la especulación urbanística ni la pérdida de identidad.
En campañas anteriores ha centrado su atención en la saturación de espacios naturales, la gentrificación de los pueblos, la limitación de vehículos turísticos o los intentos de modificar el Pla Territorial Insular (PTI). En esta ocasión, la marcha ha servido para señalar físicamente tres casos que el colectivo considera ejemplos de “maquillaje ambiental” con efectos muy negativos sobre los acuíferos y donde la respuesta institucional “no está, de momento, a la altura del problema”.
Durante la excursión se han combinado tramos de caminata con explicaciones sobre cada caso y dinámicas participativas.
Los tres casos expuestos han sido el de Sant Llorenç, el de las bateries de Llucalari y el de Torre Vella. Como elemento común, la organización destaca que, aunque corresponden a promotores distintos, comparten el mismo consultor ambiental, que a su vez está redactando la parte ambiental de la modificación del Pla Territorial Insular.
