Los relatos de los vecinos recopilados durante los últimos días por este periódico ayudan a esclarecer un poco los hechos. Así, según ha podido saber Menorcaaldia, fue a primera hora de la tarde cuando comenzaron los problemas. Un hombre fornido -según apuntan mide sobre los dos metros de altura- se acercó hasta el domicilio donde se produjeron los llamas para hablar con uno de los ocupantes de la casa afectada. Al parecer, tenían alguna deuda o negocio pendiente. La discusión acabó en una agresión y los familiares del atacado acudieron a ayudarle, metiéndolo dentro de la casa. Sin embargo, no todo quedó ahí. Los residentes en las casas colindantes confirman a este diario que desde ese primer encuentro el individuo volvió varias veces a la residencia de la calle "Qui no passa", aunque sus ocupantes declinaron atenderlo en todas sus ocasiones y le pidieron que volviera por la mañana. Era ya de noche. Sus llamadas al timbre y golpes en la puerta fueron aumentando de nivel y volumen y en las últimas ocasiones hizo acto de presencia acompañado de otro hombre.
El final se desató ya de madrugada, cuando -siempre según los relatos cosechados- las dos personas mencionadas habrían acudido hasta el lugar de los hechos portando un líquido inflamable en algún tipo de recipiente y quemaron la puerta de la vivienda. La rápida colaboración de los vecinos -que no dudaron a la hora de ayudar portando cubos de agua- ocasionó que el tema no fuera a mayores y que el fuego no se propagara al interior de la casa, aunque sí pudo hacerlo en un primer momento de forma aislada. De hecho, se tuvo que llamar a los bomberos, que han confirmado que actuaron ese día en la zona.
En la puerta permanecen restos de la presencia de las llamas, ya que la fachada es de tono blanco y aún está oscurecida. Los hechos están siendo investigados y aún no se han esclarecido todas las causas ni los condicionantes de lo acontecido.
