Playa de Binibeca, comodidad y belleza

Binibeca es una playa de manual, la definición de playa ideal. Es una mezcla entre comodidad y belleza. Comodidad por la proximidad, ya que hay que andar poco para llegar, y belleza por sus aguas limpias y azules, su arena finísima y el entorno repleto de vegetación. Se podría decir que tiene todos los ingredientes del espíritu de las playas del sur, con el añadido de la menor dificultad de acceso en comparación con sus primas Mitjana o Macarella. Sorprende que un rincón así haya sido conservado virgen estando tan cerca de una zona urbanizada.

Se deja el coche atrás para internarse en un breve pero idílico paseo por un bosque virgen de pinos. Al final se atraviesa una zona de picnic habilitada con todos los enseres para sacar el mantel de cuadros y la tortilla. Tal vez no son solo los niños los que van a disfrutar de la tópica experiencia.
Por fin, se llega a este fantástico paraje de postal, para comprobar enseguida que es muy real. La playa de Binibeca cuenta con la ventaja de tener el chiringuito más insólito de por aquí, completamente integrado al paisaje y en el que se sirven combinados y picoteo que harán las delicias de grandes y chicos.
Tenemos que insistir, aunque suene redundante: es de postal, y como tal cuenta con todos los elementos necesarios para ello. Arena lechosa y fina como polvo de vidrio, aguas de un azul imposible, más que tropical, y alquiler de hamacas y sombrillas. Encuentren la suya y rozarán el Nirvana.

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