Además de una noche con mucha humedad, ‘Una nit F(a)usta’ fue una noche que invitó a soñar. En el que fue concierto del estreno en Menorca de su nuevo espectáculo, en hora y media seguida de canciones y en el marco del 43º Festival de Música d’Estiu de Ciutadella, Cris Juanico realizó un recorrido no sólo por la totalidad de su último disco ‘F(a)usta’, sino también por una parte de su antiguo repertorio, con una cata de cuatro piezas que, arregladas para la ocasión, llegaron de manera diferente con la nueva sonoridad.
De hecho, el universo Cris Juanico no ha variado. El rock, el pop y la raíz mediterránea siguen existiendo, así como también continúa, incluso con más contundencia y madurez, la reflexión, crítica, y el sentimiento; casi siempre con la isla y la población, Ciutadella, que le vieron nacer y crecer como alimento de su inspiración. Fruto de esta experimentación continua, todo llega igualmente de manera directa pero más dulce y cálida, creando una atmósfera de interrelación con el público cercana y relajada y desde donde brotan todos los matices posibles.
A esta nueva dimensión, siempre vitalista, en la que puede decirse que ya ha entrado plenamente, Cris Juanico la consigue con una austera escenografía donde predominan las dos ‘a’ de ‘F(a)usta’ y con unos juegos de luces en los que se intercalan todos los colores también posibles, pero sobre todo con la nueva sonoridad, con unas notas que constantemente dibujan, describen con sorprendente precisión, estos paisajes, reflexiones y emociones que desprenden sus letras.
Las notas ‘son’ de madera y salen de instrumentos como el contrabajo (con Joan Solà-Morales siempre acompañándolo), dos violines, una viola y un violoncelo, que, quienes los sonaron en el estreno de esta ‘Nit F(a)usta’ en el Claustre del Seminari de Ciutadella, fueron, respectivamente, los menorquines Esther Pons, Blanca Coll, Andreu Cardona y Pau Cardona, muy bien conjuntados y siempre enganchados al concierto.
Si en toda esta nueva propuesta ya es significativo ver como Cris Juanico, con su voz y guitarra, se pasa toda la hora y media de concierto sentado en su asiento, sin levantarse en ningún momento, significativo fue también que tanto el inicio como el final del concierto fuese con la canción ‘Com un infant’, que igualmente abre el disco y que invita, precisamente, a soñar: habla de ser como un niño, de soñar y de jugar constantemente como manera de ser y, también, como estímulo para, con valentía, hacer realidad esos sueños.
Durante un espectáculo en el que, para que fuera incluso más informal, Cris Juanico se saltó un par de veces el calculado guión de la puesta en escena, el concierto tuvo diversos puntos álgidos, representados principalmente por temas como el último ‘Com un infant’ o con otros como el juguetón ‘No em facis ontes’, el punzante y a su vez dulce e intenso ‘Aquest puny d’illa’, el emotivo e inspirado en la novela ‘L’àlè de les cendres’ de Maite Salord, ‘Al final dels temps’, o el luminoso y lleno de contrastes musicales ‘Em dius que em vols estimar’.
En total, incluidos los 3 bises finales, fueron 17 las canciones que se escucharon en este segundo concierto del Festival de Música d’Estiu de Ciutadella: las 11 integradas en el disco físico de ‘F(a)usta’, la versión de ‘Viatge a Ítaca’ de Lluís Llach, la repetición de ‘Com un infant’ y las cuatro antiguas y a su vez nuevas composiciones que fueron ‘Cecília’, ‘Pell de melicotó’, ‘Pedres que rallen’ y la más que emblemática ‘Si véns’.
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