Los reproches entre el candidato socialista Pedro Sánchez y el ‘popular’ Mariano Rajoy han condicionado el ‘cara a cara’ emitido por varias cadenas desde la Academia de Televisión y moderado por Manuel Campo Vidal.
En el debate, por momentos muy bronco, se ha añorado la exposición sosegada de propuestas, a la vez que se multiplicaban los intercambios de pareceres con acusaciones mutuas de mentir y falsear los datos.
A la corrupción ha correspondido el intercambio más tenso, con el contundente “usted no es decente” del socialista al ‘popular’ y la réplica de éste, quien no ha dudado de calificarle de “ruín”, “mezquino” y “deleznable”.
No han contribuido ni el formato ni tampoco la estética del plató ni el moderador al desarrollo de las dos horas de debate que ha dejado, como siempre, ganadores por barrios, y una sensación de disgusto generalizada, muy patente en las redes sociales.