Era un choque decisivo. El conjunto que perdía se quedaba sin opciones en unos juegos olímpicos. Y la selección española ha dado la cara, tumbando a Nigeria por 87-96 y salvando el primero de los tres match-balls que le quedan. Y las cuestas son empinadas: Lituania y Argentina ya esperan a los de Sergio Scariolo.
El partido ha comenzado con un poco de retraso. Y sin público. El hallazgo de una mochila sospechosa -y su posterior detonación, que se ha podido escuchar por la retransmisión televisiva- han sido la causa. Al parecer no es la primera vez que ocurre en estos juegos.
El seleccionador ha decidido cambiar su quinteto titular habitual, manteniendo la línea exterior formada por Ricky-Llull-Rudy y dando entrada a Felipe Reyes junto a Pau Gasol en vez de a Mirotic. Quizá espoleada con el cambio -o tras los malos resultados de los dos primeros choques- España ha comenzado como un tiro, con un parcial de 2-11 tras varias canastas al contraataque o gracias a tiros rápidos. Parece este un conjunto diseñado para ritmos vertiginosos y jugadas de shot & gun, ajeno al basquet-control.
Las ventajas se estabilizaban entorno a los 9 puntos y el único borrón eran los fallos desde la línea de tres. El primer parcial acababa 11-25 para la selección. Era un espejismo frente a lo que vendría después.
Y es que en el segundo cuarto Nigeria anotó 30 puntos, entró en el partido y los de Sergio Scariolo se confiaron, algo que ya se repitió en las dos derrotas anteriores. Es cierto que son unas olimpiadas y que todos los equipos suelen tener uno o dos jugadores con pasado o presente NBA, pero España debería dominar más. La selección adolece de ritmo y control. Solo cabe esperar a que vaya de menos a más, como en anteriores campeonatos que ha acabado conquistando.
Un público entregado a Nigeria
Con un público entregado a Nigeria -y con varios tapones espectaculares- el conjunto rival se ponía por delante al finalizar el tercer cuarto tras desperdiciar la selección varias ventajas de hasta 10 puntos. Todo estaba por decidir a falta de 10 minutos.
Y en estas aparecieron Navarro -con puntos de responsabilidad- Reyes y Gasol. Y las rentas se mantenían gracias al acierto desde la personal. Oguchi (24 puntos) seguía enchufando para Nigeria, pero su acierto no era suficiente.
El partido tenía que ganarse. Y esta cuesta se ha superado. Sin embargo, hará falta mucho más para pasar a la próxima fase. La medalla debe ser el objetivo y, de momento, las sensaciones no acaban de ser buenas.
Llull ha firmado 9 puntos, cinco asistencias y dos rebotes con un +/- 17 en sus 29 minutos en la cancha. De momento, en este equipo no es el líder que vemos en el Real Madrid, sino un jugador complementario. Puede dar mucho más. Él, su entrenador y la hinchada lo saben. Sólo cabe esperar a que el jugador de Maó comience a carburar. A que su juego tenga el protagonismo que merece. Aún le queda mucho por demostrar en las canchas de Rio.
@jlgllagues