Esta mañana, más de una veintena de personas se han concentrado frente al número 155 de la Avinguda Fort de l’Eau, en Maó, para intentar frenar el desahucio de una familia integrada por Ascensión, de 59 años, su hermana en silla de ruedas (con discapacidad medular) y su padre de 87 años.
Los vecinos han llevado pancartas con lemas como “Volem habitatge per a tothom”, “Volem un futur per als joves”, “El veïnat està patint una injustícia” y “Menorca, zona tensada ja!!”. En el lugar también han acudido agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local de Maó.
Tras una negociación con el juzgado se ha concedido a la familia un margen de 15 días para permanecer en la vivienda, una prórroga que se habría planteado por motivos humanitarios y para que la salida no se produzca en Navidad.
Sin embargo, Ascensión, la mujer de 59 años que cuida de su padre y hermana, ha señalado que no lo considera un trato humanitario y ha afirmado que, pese a que se había hablado de 30 días, finalmente se les ha comunicado un plazo menor.
La familia sostiene que se les niega la condición de familia vulnerable porque, sumando ayudas y pensiones, se sitúan “22 euros por encima” del umbral, y denuncia que en esa valoración no se han incluido gastos. Ascensión ha asegurado que los informes elaborados desde Servicios Sociales no reflejan correctamente esos gastos y ha afirmado que se habrían cometido errores “dos veces”. También ha expresado su malestar con su representación legal y con la tramitación del caso.
La mujer ha afirmado que la familia no dispone de alternativa habitacional. En este sentido, ha indicado que desde el Consell Insular les han trasladado que busquen otra vivienda, aunque sea más cara, y que podrían recibir ayuda económica durante un tiempo, que ha descrito como “corto”. Además, ha señalado que desde el Ajuntament de Maó se les planteó, como opción provisional si se ejecutaba el desahucio, el alojamiento en un hotel, una alternativa que considera difícil por las necesidades de su hermana y por la logística de una mudanza.
Ascensión ha explicado que reside en la vivienda desde agosto de 2013 y que su hermana se trasladó en 2016, y ha remarcado las dificultades que implica un traslado por la medicación y el material que requieren en el día a día. También ha afirmado que están al día de pago y que abonan 600 euros mensuales desde su entrada en el inmueble, además de asumir gastos como seguro y arreglos de la vivienda.