Lo demuestran los datos. La primera cosa que deberían hacer los adultos es dar ejemplo a sus hijos y leer más. Las bibliotecas de Maó, Ciutadella y Ferreries han recibido las palabras de este predicador de la lectura con el título de “Llegir per crèixer” donde repasa los beneficios de la lectura desde edad temprana.
El trabajo no sólo está enfocado en animar a los pequeños a leer, si no también en apuntar a los adultos a saber contar cuentos y captar la atención de los pequeños. En este mundo en el que los dispositivos electrónicos están hasta en la sopa, hay que defender más la lectura. Nos explica el gironés Boher que no es una guerra contra los teléfonos o tabletas -donde al fin y al cabo no paramos de leer y consultar- si no más bien en saber encontrar el equilibrio de tiempo que dedicamos a cada cosa. Los libros siempre deberían estar en el momento de la iniciación a la lectura y ser un reducto de cultura, vocabulario y estimulación de la imaginación en nuestra vida.
Boher también ha aprovechado para tratar el fomento de la lectura desde una perspectiva adulta con una charla de cuentos para mayores de 18 años. Boher además también escribe, es guionista en diversos medios de comunicación y hace talleres de escritura y de fomento de lectura en diversos puntos de la geografía española. En su visita a la isla, ha expresado que le ha llamado la atención de manera positiva que, además de padres, han acudido muchos docentes.