El faro de la Illa de l’Aire sufrió este verano uno de sus accidentes más sorprendentes. Un dron chocó contra la estructura metálica que protege el cristal y la luz y se precipitó al suelo. El dueño del dispositivo estaba rodando una panorámica aérea a contraluz cuando el sol le cegó y le impidió pilotar correctamente el aparato que chocó contra la instalación.
Pocas horas después el propietario tuvo que ir hasta la Illa de l’Aire en donde localizó su dron y lo pudo recuperar.