1. Cuando Mercury se enteró de que Tony Bastin, una antigua pareja, le estaba siendo infiel, le pagó un billete de avión de Reino Unido a EE. UU. Sólo para cortar con él.
2. El retrato de las fiestas es deslavazado, light y libre de toda perversión. En las fiestas de Mercury había enanos con bandejas de plata rebosantes de cocaína apoyadas sobre su cabeza; había un servicio de barra libre de prostitutas; la comida se servía sobre personas desnudas.
3. Los asistentes de Mercury estaban obligados a llevar papel y boli encima porque a Freddie (quien, de hecho, aprendió a tocar el piano desde la cama por si le visitaban las musas mientras dormía) le venía la inspiración en cualquier momento.
4. A diferencia de lo que se cuenta en la película, el VIH de Freddie no fue la excusa que necesitó la banda para tocar en el Live Aid. Es más, cuando se celebró el concierto, Mercury ni siquiera lo había contraído.
5. Lady Di era una muy buena amiga suya. Tanto es así que se cuenta que una vez salieron juntos de fiesta. Eso sí, Lady Di iba disfrazada de hombre: así no era reconocible y podía entrar en los bares que frecuentaba Mercury.
6. Tal era la obsesión de Mercury con la cocaína que su abuso de ella le costó su amistad con Michael Jackson.
7. No hizo pública su enfermedad hasta el día previo a su muerte.
8. Sólo una persona conoce el paradero de sus cenizas. Esa persona es Mary Austin, el amor de su vida. Austin, por su parte, ha asegurado que se llevará ese secreto a la tumba. Por cierto, en una entrevista relativamente reciente, Brian May aseguró haber estado saliendo con Austin antes que Mercury.
9. Estudió Arte y Diseño Gráfico, admiraba a Dalí y a Miró, hizo el logo de la banda y para ello se inspiró en el signo del zodiaco de cada uno.
10. El fichaje de Freddie Mercury por Smile no fue tan epifánico como se cuenta en la película. Mercury era el compañero de piso del resto de la banda en el momento en el que se quedó sin cantante.