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Empieza a embotellarse una nueva cerveza menorquina

Forma parte de la familia Grahame Pearce de Sant Climent y es del tipo pilsen, la que más se consume en el mundo

Glop de festes encabezaba hasta el año pasado el muestrario de Graham Pearce
Glop de festes encabezaba hasta el año pasado el muestrario de Graham Pearce
La pilsen es una cerveza con mucho tirón comercial, ideal para el verano

Desde el pequeño obrador de Sant Climent, los maestros cerveceros de Grahame Pearce siguen probando nuevos sabores. Con el sueño de ampliar en el futuro sus instalaciones, el día a día aporta a la carta de cervezas nuevas pruebas. Tras los tipos más tostados, tipo ale, e incluso de trigo, ahora la cerveza menorquina se anima a la clásica receta checa tipo Pilsner.

Es el estilo más utilizado para fabricar cerveza en todo el mundo. A veces se conocen como pilsener o pils y el nombre viene de la ciudad de Plzen, en Bohemia, hoy en la República Checa, pero que se llamaba Pilsen cuando formaba parte de la zona germano hablante del Imperio Austrohúngaro en 1842. En esta ciudad se elaboró por primera vez un tipo de cerveza dorada y transparente, utilizando el método de fermentación baja, en contraste con las cervezas oscuras o turbias conocidas hasta esa fecha.

En las pruebas preliminares del obrador de Grahame Pearce se hizo una tirada sólo disponible en barril para comprobar el resultado. Y han quedado tan contentos, que ya se ha dispuesto todo para empezar a embotellar. En un mes y medio podría estar todo dispuesto para comercializarla.

La fábrica originaria de éste tipo de cerveza todavía funciona en lo que hoy es la República Checa y según las normas del país, el término pilsen se ha convertido en una denominación de origen por lo que sólo las cervezas elaboradas en esa ciudad pueden llamarse así; el resto de las cervezas checas, aunque sean del mismo estilo, no pueden utilizar el nombre y se les suele denominar simplemente lager.

Las auténticas pilsen son de color pálido, con un contenido alcohólico moderado, entre 4.5 y 5.5%, son secas, con un buen carácter de malta y un aroma de lúpulo muy característicos. Las clásicas pilsen están hechas sólo de cebada malteada, lúpulo, levadura y agua, según la Ley de Pureza Alemana de 1516, o Reinheisgebot y tienen un periodo de maduración mínimo de uno o dos meses. Es el estilo de cerveza más imitado en el mundo, hasta el punto de que muchas veces se denomina pilsen a cualquier cerveza dorada y transparente, aunque no reuna las características de las auténticas pilsen.


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