La obesidad constituye a día de hoy uno de los problemas de salud más importantes en el mundo desarrollado, y es que millones de personas cuentan con un peso corporal muy por encima del recomendable para disfrutar de un buen estado de salud. Aparecen problemas como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y todo tipo de complicaciones relacionadas con la movilidad.
La obesidad mórbida es el máximo desarrollo de la obesidad y son los casos de mayor gravedad dentro de las personas con sobrepeso. Por suerte en la actualidad no resulta complicado acceder a un tratamiento de obesidad para lograr cambiar la situación de forma radical y volver a disfrutar de un peso corporal saludable.
Pero, ¿cómo lograr superar la obesidad mórbida?
Para dejar atrás la obesidad es posible elegir entre diferentes tratamientos disponibles en clínicas y establecimientos específicos, que se pueden dividir de forma general en técnicas mixtas y técnicas restrictivas.
Por un lado, las técnicas mixtas son aquellas intervenciones en las que se reduce la capacidad del estómago a la vez que se actúa sobre el intestino para lograr reducir su capacidad de absorción de los alimentos. En este grupo de técnicas las más conocidas y efectivas son los bypass gástricos y la derivación bilio-pancreática.
En el grupo de las técnicas restrictivas se engloban aquellas técnicas cuyo cometido es la disminución de la capacidad gástrica exclusivamente. El objetivo no es otro que crear una sensación de saciedad duradera y adelantada para que la persona tenga un menor apetito y reduzca de forma considerable las cantidades de alimentos que ingiere. Son también conocidas como técnicas de “reducción del estómago” y las más conocidas son la banda gástrica y la manga tubular o también conocido como sleeve gástrico.
El hecho de optar por una determinada técnica para luchar contra la obesidad mórbida dependerá en gran medida de la situación en la que se encuentre cada paciente. Se analizan variables como el peso, el índice de masa corporal, la edad o la existencia o no de otras patologías de salud para definir qué estrategia seguir para reducir peso.
La mayoría de estas técnicas logran reducir entre un 30% y un 50% el peso corporal inicial en los seis primeros meses tras la intervención, aunque se sigue perdiendo peso hasta los 18 meses posteriores a la aplicación de la técnica elegida. En cualquier caso es algo que va a depender en buena medida de los hábitos de alimentación del afectado así como de componentes no controlables, como puede ser la genética.
En cualquier caso lo que está claro es que existen multitud de técnicas para conseguir resultados muy satisfactorios, por lo que no hay que conformarse con llevar un estilo de vida poco saludable donde la obesidad mórbida se convierta en un factor de riesgo para el nacimiento de múltiples enfermedades. Tan solo hay que dejarse llevar de la mano de profesionales especializados y renacer en un cuerpo más delgado y, por supuesto, más sano.